El miedo al brote del Ébola en África Occidental está aislando y empeorando la situación de los países afectados, que ahora también sufren restricciones en los suministros de primera necesidad, advirtió hoy el presidente de Ghana, John Dramani Mahama.
El mandatario declaró esto durante una cumbre de responsables sanitarios del este de África y representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se reunieron en Accra para impulsar medidas contra un brote que ha matado ya a 1.552 personas.
"Algunos países han prohibido la escala de buques en sus puertos, y muchas empresas se están negando a transportar carga a los países afectados. Esto, unido a la suspensión de vuelos, está creando grandes dificultades para los suministros vitales y está aislando aún más a las zonas de contagio", remarcó el presidente ghanés.
Según dijo, el brote del virus está "estigmatizando" a gran parte del continente, incluso a países en los que no existe ningún caso de contagio.
"Las naciones dependientes del turismo lo están sufriendo", agregó Mahama, quien urgió a los países afectados por el virus y a las instituciones internacionales a incrementar sus esfuerzos para controlar el brote y frenar su expansión.
"Todos nuestros gobiernos deben intensificar la activación de las directrices de la OMS sobre la contención, y que sea una prioridad absoluta en su agenda", dijo.
Además, en su opinión, debería llevarse a cabo una revisión de los sistemas de vigilancia de las enfermedades en esta parte del continente africano.
Por otra parte, el presiente de Ghana justificó las "restricciones temporales de libertad" adoptadas por algunos gobiernos para intentar frenar el virus.
"El cierre de fronteras y el control de las zonas calientes son sacrificios personales de las libertades que deben llevarse a cabo para poder derrotar la enfermedad. Se requiere coraje político para decretarlas, y espero que los ciudadanos la entiendan", señaló.
El brote, surgido en marzo en Guinea Conakry y extendido a Sierra Leona, Liberia y Nigeria, ha contagiado a 3.069 personas, de las cuales 1.552 han fallecido, según el último recuento de la OMS.
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 por ciento.