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La \"desesperación\" de vivir con menos de un dólar al día la guerra siria

\"Los refugiados palestinos en Siria están en una situación difícil\", ha dicho Kingsley-Nyinah, en una entrevista concedida a Europa Press. Aunque \"comparados con la población siria son un número pequeño, su situación es especialmente imperiosa\"

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  • Siria. -

Unos 460.000 refugiados palestinos "atrapados" en Siria dependen de la ayuda que Naciones Unidas pueda darles para sobrevivir a una guerra civil que a menudo les señala como objetivos militares y que les ha convertido en los más pobres del país. La ONU denuncia que ni siquiera puede darles un dólar al día. "Estamos verdaderamente desesperados", ha confesado el director en Siria de la Agencia para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Michael Kingsley-Nyinah.

"Los refugiados palestinos en Siria están en una situación difícil", ha dicho Kingsley-Nyinah, en una entrevista concedida a Europa Press. Aunque "comparados con la población siria son un número pequeño, su situación es especialmente imperiosa".

Justo antes de que estallara la guerra, en 2011, en Siria había unos 560.000 refugiados palestinos, "de los cuales 160.000 estaban viviendo con menos de un dólar al día". "Imagínate después de la guerra. Los palestinos han sufrido un impacto mucho mayor porque ya eran pobres", ha enfatizado.


La guerra civil ha hecho que estos 560.000 refugiados palestinos se reduzcan a unos 460.000. Los demás han conseguido huir a países vecinos como Líbano o Jordania, sobre todo al principio de la guerra, porque, tal y como ha denunciado Kingsley-Nyinah, ahora las fronteras están prácticamente cerradas.

"Ningún país de la región da la bienvenida a los refugiados palestinos cuando quieren dejar Siria", ha afirmado, explicando que "en Jordania normalmente no pueden entrar y que en Líbano solo pueden entrar si cumplen condiciones muy estrictas que excluyen a la gran mayoría", como "tener una cita con una Embajada".

"Están atrapados por las circunstancias de la guerra", ha lamentado, subrayando que algunos ni siquiera pretenden quedarse en esos países. "A lo mejor solo quieren visitar a familiares o ir al médico y después volver. Algunos tienen una cuenta bancaria en Líbano y quieren ir a coger el dinero, pero no pueden", ha relatado.

Así las cosas, los 460.000 refugiados palestinos que aún siguen en Siria "se enfrentan a un gran trauma que va más allá de situaciones de muerte o desplazamiento". "El impacto socioeconómico es muy, muy fuerte. Incluso gente que antes era independiente ahora viene a nosotros y depende del apoyo humanitario que les demos", ha señalado.

"¿PODRÍAS VIVIR CON 192 DÓLARES AL AÑO?"

"Creo que la mayor necesidad que tienen ahora mismo los refugiados palestinos es recibir apoyo material para sobrevivir a esta guerra" y por eso "lo que está haciendo UNRWA es dar una especie de subsidio mensual". "Creemos que el mejor camino es dar a esta gente medios para comprar cosas ordinarias del día a día", ha apuntado.

Kingsley-Nyinah ha explicado que el objetivo de la UNRWA para 2014 era "dar a cada refugiado palestino un dólar al día" y "a aquellos en la peor situación" darles además comida y ropa para el invierno. Con esta modesta ambición, habían pedido para este año un presupuesto de 329 millones de dólares y solamente han recibido 153.

El director de la UNRWA en Siria ha aclarado que, aunque saben que "un dólar al día no es nada" y más en el contexto de una guerra en la que "el coste de la vida es muy alto y no hay trabajo", rebajaron sus aspiraciones a esa pequeña cifra porque "sabemos que es muy difícil conseguir eso de los donantes".

"Un dólar al día para 460.000 personas son 171 millones de dólares y eso nos permitiría dar a cada refugiado 384 dólares al año", pero como no han conseguido dinero les dan 192 "para vivir todo un año". "Esa es la situación que tenemos", ha lamentado.

"¿Podrías vivir con 192 dólares al año?", plantea. "Ni siquiera podrías con 384, pero eso es todo lo que estamos pidiendo y no lo estamos recibiendo. Así que hacemos un fuerte llamamiento. Estamos verdaderamente desesperados", responde él mismo.

"Para 2015 pedimos lo mismo", adelanta, recordando que, a pesar de que "es una situación difícil" por la crisis económica, "la situación de los refugiados palestinos es mucho peor" y "hay dinero disponible".

"VIVIR CON MIEDO"

Kingsley-Nyinah ha descrito la dramática situación que sufren día a día los refugiados palestinos, tanto si viven en los 12 campamentos de UNRWA en Siria como si conviven con la población local.

El funcionario de la ONU ha explicado que la mayoría de las comunidades de refugiados palestinos se asientan a las afueras de las grandes ciudades. Un ejemplo es Yarmouk, un suburbio del sur de Damasco que alberga a la mayor comunidad de refugiados palestinos en Siria y que desde el verano de 2013 está sitiado.

"Cuando los grupos armados de la oposición intentan conseguir más territorio moviéndose hacia Damasco pasan por estas comunidades, se quedan ahí, y hay una reacción militar de las fuerzas gubernamentales. Entonces, se convierte en un teatro de guerra", ha contado.

A medida que se intensifica el conflicto, "esa zona se convierte en una zona militar". "Hay gente que consigue salir y otros que se quedan atrapados dentro, las familias se dividen. Hay muertos, hay heridos, hay desplazamientos. Todo puede pasar", subraya.

En concreto, ha recordado "dos trágicos incidentes". "En el primero, había 40 niños en una escuela que resultaron heridos por esquirlas y cristales. En el segundo, hubo cinco niños que murieron porque fueron alcanzados por proyectiles cuando iban al colegio", ha lamentado.

Para los refugiados palestinos en zonas de conflicto "es imposible vivir sin miedo" porque "puede que envíes a tu hijo a la escuela y no sepas si va a volver". "La guerra es impredecible" y además "los dos bandos usan armamento pesado que tiene un impacto indiscriminado".

También ha hecho hincapié en el drama de los desplazamientos internos. "Hay comunidades enteras perdiendo sus casas al mismo tiempo. Esto pasó en 2012 en Yarmouk, donde unos 160.000 refugiados palestinos vivían con los sirios y en el curso de una semana 140.000 fueron obligados a abandonar sus casas", ha recordado.

HACINAMIENTO EN LAS CIUDADES

Ante el peligro que afrontan en los campos de batalla, muchos refugiados palestinos han huido a las grandes ciudades, como Damasco, donde aún es posible vivir en relativa calma. La consecuencia de estos desplazamientos masivos es el hacinamiento.

En Damasco, "los alquileres están muy caros, como seis veces más caros" que antes de la guerra y por ello "muchas familias comparten espacios muy pequeños". "Cada uno contribuye un poco y entre todos pueden pagar el alquiler", ha señalado.

Pero no es así en todos los casos. Muchos no pueden pagar los alquileres y acuden a las instalaciones de la UNRWA. "Hay colegios que se han convertido en casas", ha dicho, detallando que clases pensadas para 30 niños "se han dividido en cinco o seis espacios para cinco o seis familias y la división es una sábana de plástico".

LLAMAMIENTO A LAS PARTES EN CONFLICTO

Con este panorama, la UNRWA ha acudido al Gobierno de Bashar al Assad en numerosas ocasiones. "En Yarmouk, por ejemplo, intentamos convencerle de que nos dé acceso humanitario para ayudar a los atrapados y le pedimos que garantice que cualquier acción militar sea moderada y que minimice e incluso elimine el daño a los civiles", ha dicho.

Sin embargo, "la guerra siria es muy intensa por ambas partes y hay muy poco espacio para explicar la necesidad de tener compasión con los civiles y argumentar que las preocupaciones humanitarias deben ser la gran prioridad, por encima de las preocupaciones militares".

Así, aunque Kingsley-Nyinah ha descrito la relación de la UNRWA con el régimen sirio como "positiva", ha subrayado que se trata de "un diálogo en curso" en el que hay que seguir presionando para conseguir lo más difícil: que "cuando hay un objetivo militar el objetivo humanitario se ponga primero".

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