El primer ministro británico, David Cameron ha anunciado este viernes que están ultimando un nuevo proyecto de ley de lucha contra el terrorismo que incluiría "leyes duras" que prohibirían regresar a Reino Unido a ciudadanos que se conviertan y combatan junto a los yihadistas en el extranjero, en conflictos como los de Irak o Siria.
Asimismo, durante un discurso ante el Parlamento de Australia, Cameron ha explicado que este nuevo proyecto de ley también evitará que aterricen en su territorio los aviones de las compañías aéreas que no cumplan con Gran Bretaña en lo que respecta a las listas de prohibición de vuelos o en las medidas de control de seguridad requeridas.
El primer ministro británico, que se encuentra en Canberra, antes de viajar a Brisbane donde tendrá lugar este fin de semana la cumbre del G-20, ha dicho que "hay que hacer frente a esta amenaza en su origen", después de que su país se viese obligado a elevar el nivel de amenaza a la seguridad el pasado mes de agosto.
En virtud de los nuevos poderes, la policía podrá confiscar pasaportes para detener a sospechosos que viajan al extranjero y prohibir que ciudadanos británicos regresen al país a menos que se sometan a procesos de control. Cameron ha asegurado este viernes que las medidas --que se vienen planteando desde septiembre" se introducirían "en breve", sin dar una fecha específica.
Por otra parte, Cameron asegura que el Gobierno británico está trabajando para controlar el material extremista descargado de Internet. "En el Reino Unido estamos empujando a las empresas a hacer más, incluido el fortalecimiento de los filtros, la mejora de los mecanismos de información y ser más proactivos en derribar este material dañino", ha apostillado.
Estados Unidos también está presionando para que las Naciones Unidas (ONU) adopten normas internacionales para hacer frente a los combatientes extranjeros en los conflictos de Siria o Irak, así como para atajar la amenaza que podrían plantear cuando regresen a sus países de origen.