El presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó hoy las sanciones dictadas contra él por el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) tras la elección este domingo en medio de la violencia y el boicot opositor de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) impulsada por el oficialismo chavista.
"Estás con Trump, o estás con Venezuela, estás con Trump, o estás con la democracia, estás con Trump o estás con los pueblos libres del mundo, ahí esta la decisión, estás con Trump o estás con el mundo libre", dijo Maduro en una comparecencia televisada desde la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
"Son unas decisiones que expresan su impotencia, su desesperación, su odio. Expresan el carácter del magnate que es emperador de los Estados Unidos", agregó el mandatario, que añadió sobre las advertencias de Washington para que suspendiera la ANC: "yo no obedezco órdenes imperiales (...) de gobiernos extranjeros".
Según Maduro, "Trump es más repudiado en Estados Unidos y en el mundo que el propio George W. Bush", que se declaró "anticolonialista, antiracista" y en "contra el Ku Klux Klan que gobierna la Casa Blanca".
El mandatario venezolano recriminó una vez más a la nación norteamericana que se comporte de manera imperial en América Latina y el Caribe, y atacó a los gobiernos de la región que en su opinión se pliegan al dominio de la potencia del norte.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Herbert R. McMaster, anunció hoy sanciones directas contra Maduro, a quien Washington congela todos los bienes que pudiera tener en ese país y prohíbe a sus ciudadanos hacer transacciones económicas con el líder venezolano.
"No es solo un mal líder, ahora es un dictador", dijo McMaster, quien explicó que Maduro entra en "un club muy exclusivo" del que ya forman parte el presidente sirio, Bachar al Asad; el norcoreano Kim Jong Un, y el de Zimbabue, Robert Mugabe, todos ellos sancionados por Washington.
Washignton actuó en respuesta a la elección ayer de la Constituyente con la que Maduro pretende cambiar la Carta Magna y reordenar el Estado, en un proceso visto por la oposición y otros actores sociales como un intento de consolidar una dictadura en la nación caribeña.
Estados Unidos y países como Colombia, México o España y la Unión Europea han adelantado que no reconocerán la Asamblea Constituyente surgida de la votación de ayer, en una jornada durante la cual murieron en las protestas que la repudiaban al menos 10 personas.