Los presidentes de Corea del Sur, Moon Jae-in, y Estados Unidos, Donald Trump, acordaron hoy continuar con los esfuerzos para celebración de la histórica cumbre entre Washington y Pyongyang, tras las amenazas del régimen norcoreano de cancelar el encuentro.
Durante una conversación telefónica de 25 minutos, los dos líderes analizaron los últimos pasos dados por Corea del Norte en relación a la cumbre prevista para el 12 de junio en Singapur y acordaron trabajar de manera estrecha para lograr que sea un éxito, según relevó la Oficina presidencial de Seúl.
La charla telefónica, la número 15 entre Moon y Trump, llega después de que esta semana el régimen de Pyongyang haya amenazado con cancelar el histórico encuentro entre los líderes norcoreano y estadounidense por las demandas unilaterales de Washington en relación a la desnuclearización de península de Corea.
El jefe del ejecutivo de Seúl tiene previsto viajar esta semana a Washington para reunirse con Trump y "hacer de puente", tres semanas antes de la histórica cumbre entre EEUU y Corea del Norte, el primer encuentro entre sus líderes de la historia.
Pyongyang suspendió el pasado miércoles una reunión de alto nivel con Seúl argumentando que unas maniobras conjuntas que realizan estos días Corea del Sur y EEUU suponen un ensayo para invadir territorio norcoreano, a pesar de haberles dado el visto bueno con anterioridad.
Horas más tarde el régimen de Kim Jong-un aseguró que también la celebración de la cumbre con Trump estaba en peligro debido a las presiones de la Casa Blanca en torno al modelo de desnuclearización que quieren imponer a Corea del Norte, basado en el utilizado en Libia.
Este giro de Pyongyang ha dado un vuelco al hasta ahora cordial y constructivo deshielo con el régimen estalinista, del que el presidente surcoreano ha sido el artífice.
Ante esta situación, Seúl ha decidido restar importancia al súbito distanciamiento norcoreano y apostar por seguir mediando para garantizar el éxito de la histórica cumbre entre Trump y Kim.
