Bierlein "será la primera canciller federal de la República de Austria", dijo Van der Bellen a la prensa en el antiguo palacio imperial de Viena
El presidente de Austria, Alexander van der Bellen, nombró hoy a la presidenta del Tribunal Constitucional Brigitte Bierlein nueva jefa de Gobierno de Austria, cargo que ocupará de forma provisional tras la ruptura de la coalición de conservadores y ultras por el llamado "escándalo de Ibiza".
Bierlein "será la primera canciller federal de la República de Austria", dijo Van der Bellen a la prensa en el antiguo palacio imperial de Viena, sede de la presidencia.
"Tendrá toda mi confianza", añadió Van der Bellen, quien recordó que el país acaba de vivir días de turbulencia política con situaciones que no se habían dado desde 1945, como la caída de un Gobierno mediante una moción de censura en el Parlamento.
"Esto no es cotidiano, pero es democracia y es una democracia fuerte", subrayó el presidente tras indicar que ha actuado de conformidad con lo establecido en la Constitución del país para este tipo de situación.
Explicó que antes de decidirse a favor de Bierlein, de 69 años y actual presidenta del Tribunal Constitucional, mantuvo intensas consultas con los líderes de los partidos representados en el Parlamento.
Por su parte, la canciller nominada prometió "asumir este cargo de tanta responsabilidad para contribuir al bienestar del país" .
"Comenzaré de inmediato conversaciones con personas de la administración pública para proponer un gabinete con experimentados especialistas", afirmó.
Acto seguido adelantó que el catedrático de Derecho Clemens Jabloner ha aceptado ser el vicecanciller y ministro de Justicia en el Ejecutivo que deberá gestionar el país hasta la formación de un nuevo Gobierno que saldrá de las urnas en las legislativas previstas para septiembre.
El ministro de Exteriores y para Asuntos Europeos será el embajador Alexander Schallenberg, añadió.
Austria se encamina así a ser gobernada, por primera vez en su historia, por un gabinete de tecnócratas, tras vivir una dura y rocambolesca crisis de Gobierno.
La controvertida coalición derechista, formada a finales de 2017 por el partido popular ÖVP del ya excanciller Sebastian Kurz y el ultranacionalista FPÖ, duró apenas 525 días en el poder y estalló por el ya famoso "caso Ibiza".
Un vídeo grabado de forma clandestina en 2017 en esa isla española había expuesto los pensamientos íntimos y autoritarios del entonces líder opositor y luego vicecanciller, Heinz-Christian Strache, quien además prometió favores políticos a una supuesta millonaria rusa a cambio de donaciones ilegales para el FPÖ.