Tras semanas con los contagios y las hospitalizaciones por coronavirus en negativo, Bélgica, que a mediados del pasado octubre llegó a ser el país de Europa más afectado por la covid, ha conseguido que caigan también las muertes asociadas a esa enfermedad por primera vez en esta segunda ola.

Los datos provisionales publicados este miércoles por las autoridades sanitarias belgas muestran que los decesos asociados al coronavirus han descendido un 4,6 % de media en la última semana, para dejar la media diaria en 184,7 fallecidos y un total de 14.839 muertos durante la pandemia.

Las infecciones arrojan un descenso medio semanal del 39 %, las hospitalizaciones bajan un 24 % y la tasa de positividad retrocede un 4,5 % semanal, hasta el 19,5 %.

La incidencia acumulada sobre 100.000 habitantes en los últimos 14 días se sitúa en 772,5 nuevos casos, un retroceso del 57 % respecto a la semana precedente.

Hasta el próximo viernes 27 de noviembre las autoridades belgas no tienen previsto revisar las restricciones aplicadas por el coronavirus, que incluyen un toque de queda nocturno en todo el país, la obligación de teletrabajar, la limitación de contactos sociales y el cierre de la hostelería, el ocio, la cultura y las instalaciones deportivas.