El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha confiado este viernes en que se llegue a un acuerdo sobre el próximo presupuesto de la Unión Europea (UE) y el fondo de recuperación, y abogó por seguir negociando hasta llegar a un consenso.
"En la UE las discusiones se solucionan negociando", afirmó Orbán, quien ha vetado con su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, la aprobación del presupuesto para los años 2021-2027 y el paquete de recuperación económica de la pandemia porque se niega a que las ayudas se vinculen al Estado de derecho.
Estos dos países no rechazan el presupuesto en sí --de hecho son dos de los grandes receptores netos de fondos comunitarios--, sino que consideran un "chantaje" que se vinculen las partidas con el respeto al Estado de derecho, dado que la Comisión Europea considera que vulneran los valores de la UE y socavan la separación de poderes.
"Hay que seguir con las negociaciones y se llegará a un acuerdo, como suele suceder", insistió Orbán en una entrevista en la radio pública húngara. Según su criterio, son posibles varias vías para sacar a los Veintisiete de la parálisis creada en un momento de grave crisis económica: "Podría haber varias soluciones", pero deberían primar "los aspectos legales y no una mayoría política".
En esa línea, según la visión del primer ministro, los países que quieren condicionar el desembolso de fondos comunitarios en realidad quieren obligar a Hungría, cuyo Gobierno se opone categóricamente a la inmigración, a que abra sus fronteras a los refugiados.
"Hay países que quieren introducir puntos de vistas políticos --que la burocracia de Bruselas llama Estado de derecho--, pero eso no es otra cosa que el poder de la mayoría, en el que un grupo de países comunitarios quiere obligar a otros a que hagan una u otra cosa", consideró.
Por ello, para Budapest la solución debe basarse en puntos de vista legales y no en la imposición de una mayoría.
"Ahora lo que se ve es que un organismo político votaría sobre las políticas migratorias de los países que quedan en minoría y que podría decir, por ejemplo, que Hungría no puede construir vallas o que debe dejar entrar los inmigrantes", enfatizó.
En cualquier caso, Orbán aseguró que Hungría no quiere imposibilitar el paquete de recuperación ni que el dinero llegue a los países que lo necesitan. También reiteró que detrás de las propuestas está el magnate estadounidense George Soros, enemigo político del primer ministro que en una carta pidió a la UE que no ceda "ante el chantaje de Hungría y Polonia".
El jueves por la noche, en una cumbre telemática, los líderes europeos abordaron la situación y los jefes de Gobierno de Hungría y Polonia confirmaron su veto.