El equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Granada, del PP, ha vinculado los cambios planteados en el sistema de movilidad, con la inclusión de las líneas de autobús SN1 y SN2 por el eje de Gran Vía, con la capacidad de adaptación que requiere una ciudad "que crece y está viva". Del mismo modo, ha augurado que la puesta en funcionamiento del metro conllevará nuevas revisiones.
Así lo ha señalado este martes el portavoz del equipo de gobierno, Juan García Montero (PP), a preguntas de los periodistas después de que la oposición municipal haya criticado los cambios propuestos en el marco del Observatorio de la Movilidad y lo hayan achacado al "fracaso" que ha supuesto la implantación de la Línea de Alta Capacidad (LAC).
García Montero ha mantenido que esto "no tiene que ver con un fracaso" sino que la gestión de una ciudad debe ser "dinámica" e, igual que hay cosas que "salen perfectamente a la primera", otras se tienen que "revisar y modificar".
Ha recordado que el Ayuntamiento afrontó la implantación de la LAC por el eje central de la ciudad, que supuso el desvío de las líneas de autobuses urbanos, para hacer frente a los problemas de tráfico y medioambientales en la zona centro, a fin de mantener también las subvenciones que recibe para el transporte público.
"Siempre dijimos que estábamos dispuestos a modificar y revisar y habrá que adaptarlo" con este "trabajo compartido en el Observatorio de la Movilidad", ha argumentado el edil, que se ha mostrado convencido de que con la puesta en marcha del metro habrá que revisar de nuevo el transporte urbano de la ciudad para adaptarlo a las nuevas necesidades que vayan surgiendo.
