Ayer Nuestra Señora de la Paz Coronada, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Ronda volvió a procesionar por las calles de Ronda, en esta ocasión con un itinerario distinto al habitual y con varias novedades con motivo del 75 aniversario de su Coronación Canónica. El domingo se inició con un sol de justicia y, en torno a las 10:30 de la mañana, las puertas de la Iglesia de La Merced se abrieron para permitir la salida del cortejo.
Una comitiva que integró a representantes civiles, militares, de todas las hermandades de la ciudad, damas que vistieron de mantilla en vivos colores y en la que también desfilaron pequeños vestidos de comunión y alumnos del Colegio Sagrado Corazón Fundación Spínola, centro donde se ubica el Santuario de La Paz, en el que radica esta sagrada imagen mariana.
La juventud cofrade estuvo muy presente, ya que una treintena de jóvenes costaleros portaron un pequeño paso que llevaba los restos y la talla de Fray Diego José de Cádiz, uno de los mayores devotos de la advocación de La Paz, que en vida llevó su testimonio de fe por toda la geografía española, y que fue beatificado en 1894 por el Papa León XIII.
El recorrido contó con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol de Sevilla y de la Banda Municipal de Música de Ronda, agrupación musical que interpretó el himno de Ucrania a la salida de la imagen mariana como señal de apoyo al pueblo ucraniano.
Numerosos rondeños y visitantes fueron testigos con expectación de la salida del trono de plata de ley en el que volvió a procesionar la Patrona, que estrenaba una espectacular saya, obra del bordador sevillano Francisco Carrera Iglesias, más conocido como Paquili, a partir de un traje de luces que el torero Francisco Rivera Ordóñez había donado a la hermandad años atrás.
Tras su arranque, la procesión se dirigió a la Alameda del Tajo en cuyo paseo central dio comienzo una eucaristía conmemorativa muy especial, que ofició el párroco Francisco Sánchez, y en la que participaron Don Alonso Ros y Juan Carlos Millán. Tras la celebración de la misa, y como suele ser habitual durante la procesión de la Virgen de la Paz, la alcaldesa María de la Paz Fernández cedió su bastón de mando para que lo llevara la Patrona durante su recorrido.
Un total de 80 horquilleros portaron el trono de Nuestra Señora de la Paz Coronada, aunque en torno a un centenar de fieles se ofrecieron para llevarlo, por lo que se fueron relevando. La procesión siguió un recorrido nuevo ante lo destacado de la efeméride, que transcurrió por calles como Villanueva, Ermita, donde recibió una abundante petalada, Los Vicentes, Plaza de Carmen Abela, Calle Espinel y Plaza del Socorro antes de recogerse en la Iglesia de La Merced pasadas las 14:30 de la tarde.