Ha pasado casi una semana desde que los más pequeños volvieran a las aulas después de las vacaciones de verano, con la ilusión de empezar este curso 2022-2023. Según informa Europa Press, 150.000 euros han sido invertidos en mejoras en los centros escolares de cara a este nuevo año.
Un año especial, el primero que desde la pandemia no trae consigo medidas o restricciones por la COVID-19. Aunque en algunos centros sí que se mantienen como recomendables la ventilación cruzada o el lavado de manos, aunque con menos asiduidad que la que se requería el curso pasado.
Esta vuelta a la normalidad se nota de forma especial en los recreos. Ya se puede jugar, saltar y correr por todo el patio detrás de la pelota sin miedo a cruzar a una zona restringida por las medidas. Al igual que al final del curso pasado, tampoco son necesarias las mascarillas en el aula.
Algunos centros, como el C.E.I.P Juan Carrillo ni siquiera han notado la baja natalidad en las matrículas de este curso. Aunque en otras ocasiones, las clases estuvieran más llenas, los más pequeños han sido los únicos en los que se ha notado este factor.
