Una vecina de Arriate ha abanderado, como defensora de sus vecinos, una campaña que pretende la instalación de una parada de autobuses de línea en la zona de Alipensa, junto al Hospital, toda vez que los conductores de estos autobuses se niegan a parar en esta zona “tras recibir una advertencia de la Guardia Civil, de multas sobre los propios conductores, que no sobre las empresas, que pueden llegar hasta los 4.500 euros”, relató Mamen Esteban, la vecina en cuestión.
La problemática es clara: resulta muy difícil para personas mayores o con problemas de movilidad que acuden al Hospital, normalmente a Consultas Externas, pero incluso también para jóvenes que hacen prácticas en el centro sanitario, bajar hasta el centro de Ronda, porque no hay ninguna otra parada intermedia, para volver a subir hacia la entrada a Arriate, “cuando hay una solución fácil y barata, como es colocar una parada”. Se da la paradoja además de que justamente en la zona frente a Alipensa, en La Fragua, sí existe una parada, donde sólo hacen un alto los autobuses en dirección a Ronda, desde Setenil, pero no aquellos que parten desde la ciudad camino de este pueblo gaditano.
“Esto no es una batalla personal, sino la de muchas personas, y no sólo de Arriate, sino de Los Prados, La Cimada y Setenil”, comentó Mamen, quien recoge firmas, y ya ha logrado unas 400, de vecinos de todos estos pueblos. Las va a presentar en el Ayuntamiento de Ronda: “Es el que tiene que presionar a la Junta de Andalucía, y queremos que nos atienda”. La vecina ya contactó con el anterior concejal de Tráfico, Bernardo Crespo, pero asegura que el intento fue infructuoso. Ahora hará lo propio con el nuevo delegado, Antonio Arenas, de quien espera una respuesta positiva: “El Ayuntamiento de Arriate nos da todo su apoyo, y el concejal de Tráfico está también intentando contactar con el de Ronda”.
La vecina recuerda que no siempre se sale a tiempo del Hospital para coger un autobús de línea, porque no hay suficientes autobuses urbanos para llegar a tiempo a la estación de Ronda: “Muchos abuelos pierden la combinación, y algo debemos hacer para que esto no pase”, terminó la vecina.