Esta semana se anunciaba que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos ha readjudicado el contrato de mantenimiento de la Base Naval de Rota a la empresa norteamericana J&J WorldWide Services. Esto supondría el fin a una estrecha colaboración de más de 32 años entre la empresa roteña Newimar y la Marina Estadounidense.
La firma roteña pretende recurrir de nuevo ante la Corte Federal asegurando que esta decisión puede mermar la calidad del servicio en el recinto militar. El alcalde de Rota ha mostrado su preocupación frente a esta situación que podría suponer un varapalo para el empleo en la localidad. Es por ello que el regidor ya ha contactado con el Gobierno de España para asegurarse de que, si esta adjudicación finalmente se llevara a cabo, la empresa norteamericana subrogue los contratos de los 180 empleados españoles así como los casi 300 empleos indirectos que se crean entre empresas locales gracias a este contrato.
"Si finalmente se oficializa el acuerdo, tenemos que estar atentos para que se cumplan las leyes y se conserven los puestos de trabajo", apunta Javier Ruiz Arana.
El primer edil, que recalca la importancia de cumplir con el convenio bilateral entre España y los Estados Unidos, espera que se respeten las leyes españolas y no suceda lo mismo que ocurre con la concesionaria del aeropuerto de la Base Naval.
