Fue presentado por Juan Antonio Delgado, cabeza de lista de Adelante Andalucía por Cádiz y ex diputado nacional de Podemos. Y lo hizo después de un recibimiento al fundador de Podemos más a modo de mitin que de presentación del libro Pablo Iglesias. Verdades a la cara. No faltó ni el grito de ¡Presidente, presidente! en el recibidor del Centro de Congresos donde se había colocado el pequeño escenario y que se había llenado más de lo que muchos quisieran. Por lo de moverse, sin clave política.
Delgado presentó a Pablo Iglesias como a un amigo y sobre todo a un hombre que había conseguido muchas cosas para España. E Iglesias habló de Delgado diciendo que hay muchas cosas de las que la derecha se ha apropiado, entre ellas que un guardia civil no pudiera ser candidato de Podemos.
“Juan Antonio podría estar muy tranquilo como funcionario del Estado pero decidió colgar temporalmente el uniforme” para entrar a formar parte de un partido en el que no es cómodo estar porque -decía Pablo Iglesias- mientras que en los demás partidos se entra para conseguir cargos y privilegios, en Podemos se entra “para perder”.
Entrar en Podemos como en el caso de Juan Antonio Delgado es que se derrumbe sobre esa persona todo el poder de las instituciones del Estado, de la Banca y de los grandes medios de comunicación.
Luego Pablo Iglesias habló de su libro y lo definió como una confesión “descarnada” en la que el periodista Aitor Rivero le ha sacado muchas cosas que no debería haber dicho, pero que dichas están.
Ya lo avanza su editorial. Iglesias narra en primera persona algunos episodios jamás contados, desde los inicios del partido, las luchas de poder, la escisión de 2019 o el futuro de su formación. El exvicepresidente de Gobierno con Pedro Sánchez que dimitió tras las elecciones autonómicas de Madrid, viene a contestar en forma de entrevista a muchas personas y a aclarar muchas cuestiones de las que sólo se conoce la versión de los medios y las de los rivales -cuando no enemigos- políticos (y no políticos)
Aborda el paso de Podemos por el gobierno, la lucha contra la pandemia, las negociaciones presupuestarias, la casa de Galapagar, las cuitas con Íñigo Errejón o el caso Dina. Todos ellos casos en los que tuvo que padecer lo peor de la política en el mejor de los casos, pero también las pasiones más bajas poniendo en peligro su integridad y la de su familia.
El hilo conductor de este libro-entrevista, dicen bien, es la lucha entre Podemos y el establishment, personalizado en los jueces, las cloacas del Estado y los medios de comunicación.
No hay que olvidar que Pablo Iglesias ha sido uno de los personajes más relevantes de la política española desde 2014 hasta el abandono de toda actividad política. Para bien de unos y mal de otros y viceversa, su irrupción supuso un antes y un después en la tradición bipartidista española y junto con Ciudadanos en la esquina opuesta rehicieron el mapa político de España. Y es, obviamente, tiene mucho que contar y hay que leer el libro para saberlo.
Pablo Iglesias nació en Madrid, 17 de octubre de 1978 y es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, donde también trabajó como profesor titular interino. Fue uno de los fundadores de Podemos en 2014, del que fue secretario general hasta el 5 de mayo de 2021. Posteriormente fue diputado en el Congreso durante la XI, XII, XIII y XIV legislaturas.
Tras el pacto con el PSOE en la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy, fue vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España entre 2020 y 2021. Dimitió de sus cargos para ser candidato a presidir la Comunidad de Madrid y en el mismo día de las elecciones anunció que abandonaba la primera línea política. Actualmente colabora en varios medios de comunicación, y es el creador e impulsor del pódcast La Base, que se emite a diario.
Dice el autor de la entrevista-libro que “estas no son las memorias del fundador de Podemos ni las del exvicepresidente del Gobierno, aunque contiene elementos de ambas. Esa nunca fue la intención. Este libro es un testimonio: el de alguien plenamente convencido de haber sobrevivido, por poco, a un intento inédito de destrucción personal cuyos ejecutores no han ahorrado en recursos”.
Después del acto estaba previsto que Iglesias visitara la sede de Podemos, a escasos metros del Centro de Congresos, con parte de los presentes. Todos, imposible.
