La medida adoptada a finales del pasado año por el Ayuntamiento isleño de sellar los registros de electricidad con una losa de hormigón ha dado los resultados esperados, ya que desde el pasado mes de enero y hasta ahora no se ha tenido constancia del robo de un solo metro de cable de cobre más en la red de suministro eléctrico del alumbrado del término municipal.

Y es que tapar las arquetas con material de construcción ha supuesto que, sin lugar a dudas, los cacos especializados en este tipo de delito se lo tengan que pensar dos veces antes de coger cincel y martillo para partir la losa y acceder al cableado.

Una gran oleada

El Ayuntamiento tuvo que optar por esta solución después de que durante el 2012 se registrase el robo de hasta 40 kilómetros de cable de cobre en toda la ciudad, lo que provocó que fuesen muchas las zonas las que se quedasen a oscuras, y que a muchas de ellas todavía no se le haya restablecido el servicio.

En este sentido, cabe recordar que se destinaron 105.000 euros para proceder al relleno de hormigón de hasta 200 arquetas que habían sido destrozados por este tipo de actos vandálicos.

Actuación en La Casería

Actualmente la Delegación Municipal de Vías y Obras ha adjudicado el contrato para la reposición de cable de cobre que fue sustraído en La Casería y, fundamentalmente, en el área de las torres y sus aledaños.

El delegado de dicha área, Pascual Junquera, recuerda que para proceder a dichas labores de reparación ha sido necesario sacar partidas económicas de otras áreas municipales y realizar una modificación presupuestaria.

Junquera es consciente de que todavía quedan algunas zonas de la ciudad que siguen a oscuras como consecuencia de los constantes robos de cable, pero espera que en el plazo aproximado de mes y medio estén reparadas todas las arquetas y que la luz vuelva a ser una realidad en todo el término municipal tras la oleada de robos.