Era lo que faltaba. La inauguración del Nacimiento municipal, el oficial, que este año está instalado en el cancel de la Iglesia Mayor Parroquial, protegido por la noche de gamberros -o eso se espera- y a falta de un solo detalle. El Niño Jesús que no se pondrá en el pesebre hasta la noche del 24 de este mes, Nochebuena.
La bendición del portal y las interpretaciones de los primeros villancicos -también oficiales- abren paso a una fiesta que es un poco de todo y de todos. Y así hasta el 6 de enero cuando la Pascua Militar en la calle Real recuerde que quien tenga más de 200 de colesterol tiene que cuidarse.