Uno de los fichajes ‘estrella’ de Pablo Iglesias para su lista electoral de cara al 20 de diciembre ha sido Juan Antonio Delgado, exportavoz nacional de la Asociación Unificada de Guardia Civiles, quien va de número dos en la lista de Podemos en Cádiz.
¿Cómo fue el proceso que acabó con un guardia civil como número dos de Podemos en Cádiz para el Congreso de los Diputados?
—Como guardia civil y como portavoz nacional de la Asociación Unificada de Guardia Civiles me dedicaba a ir por los platós de las televisiones y un día me invitaron para asistir al programa de Fort Apache, donde coincidí con Pablo Iglesias en una de las tertulias y entablamos una amistad más bien profesional. Y este pasado verano, cuando estaba en la playa de La Barrosa recibí un mensaje de Pablo Iglesias donde me decía “Tenemos que hablar”. Nunca me imaginé que era para proponerme como candidato al Congreso. Me preguntó si me podía llamar y le dije que sí. Fue entonces cuando me propuso ir en las listas de Podemos porque para él era importante. Me chocó la idea porque no estaba dentro de mis planes entrar en política. Le contesté afirmativamente al día siguiente. Y estoy con Podemos como dije desde el principio, porque para mí es muy importante la gente que compone Podemos. En un país donde cuando uno se presenta a la política, los ciudadanos dicen ‘otro que se quiere forrar’, ‘otro que quiere vivir bien’, pues entonces claro, creo que es momento de dignificar la política para que la gente vuelva a creer en ella. Estamos en un país donde alcaldes ganan más que el presidente del Gobierno, donde hasta el más tonto ha ido en coche oficial, pues me duele. Pero luego veo como cuando han salido elegidos europarlamentarios, alcaldes y concejales de Podemos y lo primero que hacen es donar parte de su sueldo, pues me alegra. Luego ves el portal de transparencia de Podemos que ha obtenido un diez a nivel internacional, pues también me gusta. Se ha dejado de viajar en primera, de tener coches oficiales, de tener gastos superfluos y privilegios, algo que en mi opinión era necesario, y más en una provincia como la nuestra donde el desempleo es un drama y donde a los políticos no se nos puede ver como unos privilegiados. Esta es la carta de presentación de Podemos y lo que me ha hecho pensar que esta gente son gente honrada que no vienen a servirse de la política sino a trabajar por el ciudadano, y estas son las cosas que me han hecho este paso.
¿En qué crees que va a cambiar su labor ahora, cuando ya no se trata de defender a un colectivo sino a todo el conjunto de la ciudadanía?
—Hombre, creo que va a ser una labor totalmente distinta, no tiene nada que ver una cosa con la otra, aunque sí es cierto que llevo 23 años como guardia civil y 18 años implicado en la defensa de los derechos de mis compañeros del cuerpo. Es decir, al final es un compromiso para que la gente viva mejor, un compromiso en la defensa de los derechos y las libertades. Lo veo como un compromiso con los ciudadanos y siendo agente también era un servicio para los ciudadanos, al menos siempre lo he visto así. Y para mí ser político es estar al servicio también de los ciudadanos. Por otro lado, mi labor en la AUGC también me ha servido para conocer muy bien los problemas de esta provincia y conocer a gente implicada en la defensa de los derechos humanos. Conozco la realidad de abajo, esa de la que los políticos se olvidan.
¿Está de acuerdo en que el paro es el principal problema de la provincia?
—Evidentemente. Para Podemos el desempleo en la provincia de Cádiz es el objetivo número uno. Primero el paro, segundo el paro y tercero el paro. A partir de ahí, viene todo lo demás. Cuando la gente tiene trabajo digno, genera riqueza y se solucionan el resto de los problemas. Desde que me llamó Pablo Iglesias hasta hoy, pues aunque conocía la provincia me puse a estudiar a fondo todos los datos de esta provincia y puedo decir que estamos en una verdadera emergencia social. Es decir, en la provincia hay municipios con tasas de paro por encima de la Franja de Gaza. Terrible. Tremendo. No sé que ha estado haciendo la clase política en esta provincia durante los últimos treinta años. No me vale, porque han existido muchas mayorías absolutas y se han podido hacer muchas cosas. El desempleo ronda el 40 por ciento de la población activa y el 63 por ciento de las personas que están paradas en Cádiz no tienen ninguna prestación, ni ninguna ayuda por parte de ninguna administración. Son datos muy elevados, muy complicados que dan cuenta de la emergencia social que padecemos a pesar del capital y el potencial que tenemos. La gente quiere un empleo digno.
¿Qué propuestas lleva Podemos un su programa para paliar esos datos?
—Lo primero, reforma fiscal. En España las pymes generan más del 80 por ciento del empleo pero pagan un 30 por ciento de impuestos, mientras que las empresas del Ibex35 pagan un 7 por ciento de impuestos. ¿Cómo quien tiene tanto paga tan poco y quien tiene menos paga tanto? Esas desigualdades hay que eliminarlas, lo que ayudará a dinamizar la economía. También llevamos una renta mínima garantizada. Es decir, las personas que no tengan ni un duro, cobrarán unos 600 euros mensuales, lo que ayudará a su vez que crezca el consumo y se dinamice la economía. Y la provincia de Cádiz debe ser puntera, que ya lo es, en energías renovables, porque es el futuro. Hay que volver a invertir en energías renovables, algo que se ha cortado con el Partido Popular. Pero hay más. Hay que cambiar el sistema productivo porque no podemos permitir que la provincia de Cádiz, que es la mayor productora de corcho del mundo, tenga que comprar tapones de corcho a Gerona. Aquí se produce el 95 por ciento del algodón de España, y ocurre lo mismo, es decir, apenas tenemos industria textil. Hay que realizar una verdadera reindustrialización de la Bahía de Cádiz, potenciando el sector naval. Pero eso hay que pelearlo, sin pensar en quedar bien o no. Yo tengo dos pasiones, como le dije a Pablo Iglesias, dignificar la Guardia Civil y la otra es la gente de Cádiz. Yo no quiero quedar bien con Pablo Iglesias, él cuenta conmigo, y yo cuento con él, para que esta provincia salga adelante y ese es mi objetivo.
¿Qué opina cuando escucha a los candidatos del PSOE y PP hablando de soluciones para el paro en la provincia cuando tras 30 años no han hecho apenas nada para paliar este problema que es estructural y no coyuntural?
—Le voy a poner un ejemplo que es muy ilustrativo. El PSOE desde el año 1978, cuando llegan unas elecciones, viene y vuelve a venir a prometer que va a acabar con los acuerdos con la Santa Sede, es decir, con la Iglesia. Pero luego, nada de nada. Siempre hace lo mismo, promete pero no cumple. Y le pongo el ejemplo del pago del IBI de la iglesia porque es un ejemplo concreto, no porque tenga nada en contra de ella. Y es que venden humo porque después de 30 años, y con varias mayorías absolutas, no han hecho nada. Tampoco el PP. Es más, estamos peor. Tenemos 18.000 parados más que cuando Rajoy llegó al poder. En la provincia de Cádiz hay 44 empresas por cada mil habitantes y en el resto de España son 67 empresas. Tenemos el puerto de Algeciras, uno de los más importantes del mundo, incomunicado, ¿cómo es posible? Hace 23 años llegó el AVE a Sevilla, ¿cuánto tenemos que esperar para que llegue a esta provincia? No estamos pidiendo nada excepcional, hablamos de emergencia social. ¿Cuántos años llevamos con el tema del tranvía de la Bahía? No podemos consentir que en cualquier provincia una obra dure dos o tres años y aquí veinte.
Ahora que se adentra en el mundo de la política, ¿qué siente sobre la corrupción política que ha azotado este país en los últimos años? ¿Qué piensa sobre el dinero que se ha perdido, por ejemplo, en los cursos de formación en una provincia con nuestra tasa de desempleo?
—Me parece, sinceramente, vergonzoso. Yo que he estado en la Guardia Civil, la parte que detiene a los corruptos, pues me parece lamentable. De hecho, se ha hecho una forma de vida con la corrupción, aunque sea muy duro decirlo. Hay partidos aquí en la provincia que llevan en sus listas electorales gente que está siendo investigada por corrupción. Es muy duro. Los planes de empleo en esta provincia, muchos de ellos, han acabado en corrupción. Ahí está Bahía Competitiva donde no se saben dónde están unos 22 millones de euros. Es, con perdón, asqueroso. Es asqueroso que suceda esto en una provincia con una tasa de desempleo que clama al cielo.
¿Qué medidas concretas lleva Podemos en su programa para luchar contra la corrupción política?
—-Tenemos varias medidas concretas. Por ejemplo, aumentar todos los órganos judiciales y ampliar el número de agentes que se dedican a luchar contra esa corrupción. Cambiar normativas en el Código Penal. Ahí no nos va a temblar el pulso. Llevamos tres jueces en nuestras listas y hemos elaborado una lista de cuestiones que se pueden hacer para luchar contra la corrupción política de forma urgente. Este equipo de trabajo se ha reunido en varias ocasiones para ello. Queremos más fiscales y más inspecciones. Queremos más transparencia para saber dónde está dinero, para qué se quiere, en qué se ha utilizado y la justificación del citado uso, y así se le puede seguir el rastro del dinero, porque lo importante es tirar de la madeja del dinero para coger a los corruptos, algo que saben todos los que investigan estos casos. Por eso dije que es importante confiar en personas honradas, en personas que apuestan por la transparencia. Yo por eso apuesto por este partido, porque en Podemos hay gente que merece la pena y gente muy preparada en todos los ámbitos.
¿Crees que ese desapego que existe hacia la política puede influir en una alta abstención el 20 de diciembre?
—Pues creo que una de las cosas que ya ha cambiado Podemos es que la gente vuelve a hablar de política en sus casas, en los bares, en la oficina. Eso es gracias a Podemos. También hemos cambiado el hecho de que ya todos los partidos hablen de reforma de la Constitución. Podemos ya ha cambiado muchas cosas sin estar en las instituciones, y estando también. Creo que será uno de los comicios con mayor participación ciudadana, porque también es uno de los comicios con más opciones a la hora de votar, y lo que es más importante, tengo claro que a partir del 20 de diciembre, el Congreso de los Diputados será muy diferente para mejor.
Sanidad. Hemos visto cómo la Junta ha apostado de nuevo por concertar centros privados en la provincia, como con la empresa Pascual, mientras que en San Fernando, por ejemplo, tenemos el Hospital San Carlos…
—…Muerto de risa. Podemos tiene otro consejo, con gente experta en esa materia, que es lo que se trata, hablar con gente que sepa de la materia en cuestión, es decir, médicos, enfermeros, etc… Y nuestro buque insignia es una sanidad pública de calidad, mientras que otros hablan de ella pero siguen privatizándola, como vemos con la Junta de Andalucía. Ahí tenemos el Chare de la Janda. Pero siempre es lo mismo, hablan durante las campañas electorales y luego se olvidan.
¿Apuestan también por una reforma de las administraciones públicas?
—Claro que sí, y en profundidad. Apostamos por la eliminación de forma progresiva de las diputaciones provinciales y por una reforma total del Senado, de tal manera que el nuevo Senado no lo pueda reconocer nadie… esa será la prueba de que ha ido bien la reforma. Ahora si haces una pequeña reforma, no sirve de nada. Necesitamos cambios integrales y cambios a fondo. Se trata de mejorar la administración pública, eliminar duplicaciones y ahorrar dinero a los ciudadanos.
Educación. Andalucía y la provincia de Cádiz encabezan las listas de fracaso escolar. ¿Apuesta por un acuerdo global, conjunto para acabar con el hecho de que cada vez que cambia el Gobierno también cambie el sistema educativo?
—Es muy sencillo. En la educación muchas veces pesa más la ideología de los partidos que entran en el Gobierno de turno, que un verdadero proyecto de educación y formación de nuestra gente. Es muy sencillo. Si hablas con la comunidad educativa, profesores, alumnado, padres y madres, te hablan de la necesidad de un proyecto a largo plazo, alejado de ideologías. Además, te ponen sobre la mesa el proyecto educativo que quieren, que es el mejor sin duda porque ellos son los expertos en la materia. Hay que escuchar a la gente. Al final no solo es religión sí, religión no. Hablamos de mucho más. Hablamos de idiomas, de cultura, de ciencias, y sólo hay que escuchar a la comunidad educativa y fijarse en sistemas educativos de otros países que llevan años funcionando perfectamente como el caso de Finlandia. Hay que hacer caso a los que están en pie de obra. A los guardias civiles nunca nos han escuchado. Hay que escuchar a los médicos, a los profesores, a los trabajadores de astilleros, porque ellos saben lo que quieren para sus respectivos sectores y son los que más saben también. Es lógico.
¿Cómo ha sentado en los altos mandos de la Guardia Civil que Juan Antonio Delgado, a quien ya conocían, se pase a la política y de la mano de Podemos?
—He tenido varias experiencias. La última, y con la que me quedo, que es la agradable, es el inmenso respeto que me han mostrado mis compañeros, algunos de los cuales me votarán, otros me dicen que se lo pensarán, y otros que no, porque en la Guardia Civil hay de todo como en cualquier otra profesión. También me han llamado para decirme que me iban a votar vaya con el partido que vaya, porque al final lo importante es la persona, y hay gente que me conoce y sabe cómo soy. En las altas instancias de la Guardia Civil todavía están cabreados. No ha sentado nada bien. De hecho cuando se supo la noticia se anunció por Twitter, algo que nunca se ha hecho, una información reservada. Pero yo tengo 18 expedientes abiertos por hacer uso de mi libertad de expresión. El otro día en la Marea de Tricornios asistieron 13.000 agentes y, no te miento, me sorprendió porque ninguno me dijo mira que irte con Podemos. Te doy mi palabra de que fue así. La gente me abrazó, me pidieron fotos… y es que la escala básica es un reflejo de la Guardia Civil.
E imaginamos que si Podemos llega al Gobierno a partir del día 20 cambiarán muchas cosas en la Guardia Civil, ¿no?
—Claro, si entramos en el Gobierno gracias a los buenos resultados que nos auguran las urnas la Guardia Civil va a cambiar radicalmente. De hecho una de las cuestiones más importantes que llevamos en nuestro programa electoral, para mí la más importante, es el derecho a tener sindicatos. Y es que no hay sindicatos en la Guardia Civil. Tenemos una doble ley mordaza para acallar las reivindicaciones legítimas de los agentes. Tener un sindicato es vital para activar mecanismos de defensa de los trabajadores de la Guardia Civil. A partir de ahí viene todo lo demás. Por supuesto llevamos la no aplicación del Código Penal Militar a los agentes porque es una rémora del pasado. Y vamos a abrir una mesa de trabajo para trabajar en pro de la unificación de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Una mesa en la que están los actores principales, agentes, mandos, jueces, legisladores, etc , al objeto de saber que policías queremos en España. Y si esa mesa quiere esa unificación, habrá unificación que conlleva un ahora de 3.000 millones de euros y una mejor coordinación para dar el mejor servicio posible para los ciudadanos.