La encuesta que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de San Fernando tiene la misma credibilidad que un chiste de Risitas, por decir algo agradable en un caso en el que salen a relucir, siendo benevolentes, la improvisación municipal. Por que pensar en alguna oscura intención es del todo inaceptable.
Pero lo realmente preocupante e importante no es eso. Lo malo de todo es que en internet y al alcance de cualquier persona, se encuentran datos personales de miles de ciudadanos isleños que cumplen las condiciones que se piden en la encuesta y que además pueden ser consultados o utilizados con fines perversos para otras cosas.
A esos datos se tiene acceso a través, precisamente, de la página oficial del Ayuntamiento y está al alcance de cualquier persona que escriba en el buscador Google la frase “listado ayuntamiento san fernando dni” u otra frase del mismo tenor.
Entre las respuestas que pueden salir tras la búsqueda está por ejemplo, Beneficarios (Cursos) - Ayuntamiento de San Fernando. Clicando ahí saldrá la página del Ayuntamiento de San Fernando tal cual aparece como cuando se busca por la dirección sanfernando.es, y clicando en diferentes proyectos es posible acceder a los listados de admitidos al curso en cuestión. Todos los datos En lo que se refiere a la utilización de esa información en la encuesta sobre la playa o en cualquier otra iniciativa que ponga en marcha el Ayuntamiento en aras de la participación ciudadana, sólo hay que colocarse en el panel de la encuesta y copiar y pegar nombres y DNI hasta que uno se canse.
No consta que el Ayuntamiento de San Fernando, además de pedir permiso para corroborar en los datos oficiales si el votante cumple los requisitos de edad y residencia (en el volante para presentarlo en papel o de forma presencial), vaya a comprobar las IP de cada votante con DNI que sí cumpla los requisitos. Entre otras cosas porque no puede acceder a tal información.
Puede observar -y esto es un suponer porque no conocemos el CMS de la web municipal- que se produce un aumento de entradas desde una IP en concreto, pero ni siquiera eso tendría valor para impugnar los votos fraudulentos por cuanto desde una misma empresa pueden usar la IP decenas de empleados. Incluyendo al propio ayuntamiento si se diera el caso.
De todos modos y por apurar peros al fraude, sería suficiente que en una campaña bien organizada por los contrarios a los perros o por los que están a favor, voten en un número razonable de miembros en distintas IP, ya que cada persona no tiene una IP propia y desde un mismo ordenador puede votar toda una familia o los amigos de la familia.
La votación que se ha puesto en marcha y que se cierra este domingo, además, no ofrece un desarrollo continuo de los resultados de la encuesta, de forma que se pueda ir comprobando cómo van los síes y los noes.
Eso, que puede resultar un detalle sin importancia, es sin embargo crucial para detectar, tanto los ciudadanos como la propia Administración que ha organizado la encuesta, si en un momento dado se produce un aumento desmesurado de votos a favor o en contra de la playa acotada para perros.
Ese aumento repentino podría ser identificado como cualquier acción irregular en la encuesta y los controladores actuar en consecuencia.
De todo ello -entrando en el capítulo de las especulaciones razonables- se deduce que la encuesta que el Gobierno socialista ha puesto en marcha de forma oficial, desautorizando de camino la encuesta realizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla de León, sería fruto de la improvisación y las prisas por obtener un resultado que además ha sido declarado “vinculante”.
Independientemente de todo y como se decía al principio, lo realmente grave es la exposición pública de datos personales que deberían estar cerrados a cal y canto y eliminados de internet aquellos que se quedaron por el presunto mal funcionamiento de la seguridad de la web.
ACLARACIÓN
Como aclaración a algunos comentarios sobre que esos datos también se encuentran en otros portales web de otros ayuntamientos, hay que decir que la transparencia no tiene por qué pasar el límite que impone la correcta identificación de la persona y al ser el DNI un documento personal -mucho más si el número va asociado al nombre- y expuesto a un uso fraudulento por terceras personas, esa identificación, caso de hacer falta, se puede suplir con un código como aparece en otras convocatorias de admitidos y aprobados en procesos de las Administraciones.
No obstante, como se puede observar en el subtítulo de la noticia y en la entradilla a la misma, la publicación de esa circunstancia obedece a que en San Fernando, en este preciso instante, se está procediendo a una votación en la que se pide el DNI y se solicita permiso para comprobar en el Censo que se cumple el requisito de estar empadronado en San Fernando.
Pues bien, es de suponer que la inmensa mayoría de nombres que aparecen en la web del Ayuntamiento de San Fernando cumplen el requisito, por lo que podría utilizarse para este caso en concreto.
Además, es de todos sabidas las recomendaciones de que no se otorgue permiso para que se publique el DNI en internet, entre otras cosas por las siguientes consecuencias:
Registrarse en casinos o casas de apuestas.
Por ley, sólo los mayores de edad pueden participar en este tipo de juegos. Algunos menores de edad, gracias a los DNI colgados en Internet, han podido registrase en este tipo de páginas haciéndose pasar por la persona del DNI.
También hay casos en los que ludópatas que están inscritos en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), recurren a Internet para buscar un DNI y poder registrarse en nombre de otra persona para poder seguir jugando.
Finalmente, están las personas cuyo objetivo es manipular apuestas, por ejemplo estando compinchados con otro jugador “irregular” y poder así blanquear dinero procedente de negocios ilegales. En este caso, puedes llegar a tener un serio problema con la justicia en caso de que se detecte este hecho, ya que tendrás que demostrar que eres inocente.
Abrir cuentas bancarias online
Con el DNI de una persona, en el que aparecen todos sus datos personales: nombre, apellidos, fecha de nacimiento, dirección física, etc. se podría dar de alta una cuenta bancaria de forma online. Peor aún si esta cuenta la utilizan para realizar cobros y pagos cuyo origen del dinero es desconocido… No hace falta decir que podríamos estar ante un serio problema.
Solicitar préstamos o créditos en diferentes servicios
Más de lo mismo, con el DNI podría ser posible solicitar un préstamo o crédito de dinero. Si se da el caso de que han creado una cuenta bancaria en nuestro nombre y además solicitan un préstamo también con nuestro nombre, es posible que algún día llamen a nuestra puerta y nos pidan el supuesto dinero que debemos a la entidad de crédito…
Realizar compras y ventas fraudulentas en distintos portales web
A los ciberdelincuentes interesados en estafar a usuarios les vienen fenomenal todos los DNI que están publicados en Internet. De esta forma ya no tienen que inventarse identidades, utilizan a personas reales. Con esto gana mucha más fiabilidad y credibilidad de cara a vender un producto (falso o inexistente) en Internet o bien cuando intentan estafar durante el proceso de compra de un artículo.
Estafas en la compra de productos: vehículos, artículos tecnológicos, ropa, etc.
Estafas en la venta de productos
Los casos que os hemos explicado son sólo unos ejemplos, se podrían llevar a cabo más acciones fraudulentas haciéndose pasar por nosotros utilizando como medio Internet. Lo que está claro, es que cualquiera de ellos puede meternos en líos con la Justicia, con la Hacienda Pública, con alguna empresa privada, etc.
Lo que se recomienda
En caso de encontrar tu DNI publicado en alguna web:
Dirígete a la web donde está alojado el DNI y solicita la retirada del mismo ejerciendo tus derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición (ARCO).
También puedes denunciar la situación ante la Agencia Española de Protección de Datos y ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
Viendo todo lo cual, podría resultar increíble que esas prácticas municipales estuvieran permitidas en este o en cualquier otro ayuntamiento, existiendo fórmulas que cumplen el mismo cometido.