Los ciudadanos que pasen este miércoles por la calle Real a la altura de la plaza del Rey van a ver que algo ha cambiado. Mirando de frente al Ayuntamiento, entre la estatua de Varela y la Gran vía estará ya colocado el armazón del árbol de Navidad, ese que llenará de luz y un poquito de ilusión a la gente de San Fernando, que falta le hace a la mayoría.

Bueno, alumbrar, lo que se dice alumbrar, no mucho. Las bombillas LED tiene poco recorrido y la luz apenas alumbra de un par de metros, aunque se vean desde muy lejos. Quizá por eso el alumbrado especial ya no alumbra la calle Real y las del Centro Comercial Abierto. Sólo adornan. 

Lo pusieron entre la noche del martes y la madrugada del miércoles. Las imágenes son de las doce y cinco. O las 00.05 horas. Ahora hay que esperar a saber cómo adornarán la calle Real este año. ¿Con las ridículas luces del año pasado? ¿Llenarán las aceras de árboles una vez que no pueden tender el alumbrado de acera a acera? Este año, además, los cables del tranvía tienen corriente.

La verdad es que el tren tranvía cada vez está enseñando más sus colmillos, nada que ver con el proyecto original y lo que decían que sería. Quizá porque es un prototipo se este convirtiendo en un tipejo que no deja que alumbren la calle Real, obligará a cambiar la carrera oficial y quién sabe si dejará pasar las procesiones, con lo aficionada al incienso que es aquí la gente. Bueno, el Nazareno podrá pasar porque sale de madrugada y no hay transportes, pero a ver cómo entra en la Iglesia Mayor.

Hasta a un servidor le sale la vena cofrade sin serlo, cuando al final lo que quería decir es que huele a polvorones. No todo va a ser incienso.