España es un país generoso a la hora de donar sangre, médula, órganos... Lo que ocurre es que es más la necesidad que existencias, sobre todo en lo que afecta a los órganos que sólo en contadas ocasiones se pueden donar en vida. Y en unas circunstancias muy especiales. Y aún así, está a la cabeza, que no es poco.
La donación de sangre ya ha sido aceptada por la población como un bien por partida doble, porque sirve para satisfacer las necesidades de los hospitales y es bueno para la salud del donante. Tanto que hasta cuando la analizan pueden detectar algo que aunque sea malo, siempre se detectará antes que a otro en las mismas condiciones que no sea donante.
Pero ello no quita que esa necesidad por encima de las donaciones no precise de campañas de concienciación entre la población, porque independientemente de que el conocimiento de lo que implica es cada vez mayor, persiste desconocimiento en algunos tipos de donaciones. Todavía hay quien cree que la donación de médula afecta a la médula espinal, por poner un ejemplo.
La Hermandad de los Desamparados de San Fernando, junto con la Asociación Apo Leu, celebraron una jornada este sábado en el Centro de Congresos que sirvió precisamente para profundizar en esos conocimientos, contando además con la participación de profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y con los testimonios de personas que han sido trasplantadas.
El vocal de Salud de la Hermandad de los Desamparados, Enrique Raposo, coincidía en que este tipo de actos, a pesar de que no concentraban a miles de personas, suponen un gran impulso a la labor de concienciación porque cada uno de los convencidos se convierte en un transmisor de esos conocimientos, en un activista a favor del trasplante.
Entre otras cosas porque impacta ver cómo una persona que estaba llamada a llevar una vida sin calidad en el mejor de los casos, está sobre un atril contando cómo ha vuelto a ser una persona normal gracias a un órgano donado por una persona que ha muerto o por una persona que vive. Gracias a la donación de médula. Sin hablar de cuantos se salvan en los hospitales gracias a algo tan sencillo como donar sangre. Y sin olvidar lo que transmite, que hombre, el ser humano no es malo del todo como no es tan fiero el león como lo pintan.
Si la transmisión de persona a persona pasa a las redes sociales, al mundo en un clic que es internet, el bien que se puede hace es inconmensurable y es eso está una Hemandad que fue creada precisamente para eso, para compatibilizar la fe y la salud.
Pasadas las once de la mañana comenzaba la Jornada Yo dono vida que organizada por la Hermandad de los Desamparados, pretendía promulgar, concienciar y captar a donantes de órganos, tejidos, sangre y médula.
En el acto, conducido por el vocal de Sanidad de la Hermandad de los Desamparados, se pudieron escuchar las ponencias de los doctores Antonio Gordillo, Teresa García, Raquel Saldaña y Miguel Ángel Barbero o lo que es lo mismo, “un gran plantel del mundo de las donaciones y trasplantes”.
La jornada también contó con los testimonios de trasplantados y donantes que relataron a los asistentes sus más profundos sentimientos y sensaciones.
Susana Herrera, periodista de Canal Sur y escritora, fundadora del programa Lágrimas de Vida, quiso mostrar su apoyo a esta Jornada exponiendo su caso personal y animando a la donación.
A la finalización del acto se hizo entrega, por parte del primer teniente de Alcaldía, Francisco Romero, de un reconocimiento de la Jornada a Francisco Ráez, padre de Pablo Ráez, símbolo de la lucha de superación y de la donación.
Francisco Romero, que cerró el acto, agradeció expresamente a la Hermandad de los Desamparados la organización de esta jornada que ha sido calificada como un éxito, con más de 220 personas en el auditorio del Centro de Congresos, en un día de ola de calor que se presumía que todo el mundo estaría en las playas. No todo.
A la finalización del acto, el hermano mayor de la Hermandad, Juan Emilio López de Palacio, mostraba su agradecimiento a todos los hermanos de Desamparados, a las organizaciones, instituciones y particulares que desinteresadamente han colaborado en la organización de esta Jornada.
También agradeció expresamente la presencia de todas las instituciones civiles y militares, organizaciones, hermandades y particulares que asistieron al acto, esperando que esta jornada haya servido para concienciar y aumentar el número de donantes.
A saber
La sangre no puede tabricarse en laboratorios. La donación de sangre es un proceso seguro, rápido y sencillo, dice uno de los dípticos distribuidos entre los asistentes.
Los hombres pueden donar cuatro veces al año y las mujeres tres veces. Entre donación y donación deben transcurrir dos meses. También se pueden donar los componentes de la sangre por separado; en estos casos los tiempos entre donaciones disminuyen. La donación de plasma se puede realizar cada 15 días y las de plaquetas y leucocitos cada 48 horas, pudiendo donar más veces al año.
Para donar sangre hay que ser mayor de edad, gozar de buena salud y pesar más de 50 kilos. La cantidad de sangre que se dona es de 450 mililitros.
La médula ósea no tiene nada que ver con la médula espinal y la columna vertebral. La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos huesos y produce las diferentes células que componen la sangre.
El trasplante de médula ósea es la única posibilidad de curación de determinadas enfermedades como la leucemia. La probabilidad de ser compatible con otra persona es de 1 entre 40.000 / 1 entre 100.000.
La posibilidad de que un hermano sea compatible es solo del 25 por ciento. Por eso la importancia de que existan muchas personas inscritas como donantes de médula. La donación se realizará (si se es compatible y seleccionado) de una de dos formas en función de las necesidades del receptor y de las características y deseos del donante.
La sangre periférica es la técnica más empleada y se realiza normalmente de forma ambulatoria. La sangre circula a través de una máquina que recoge las células madre que se encuentran en ella, devolviendo el resto de la sangre al donante. Previamente el donante se somete a un tratamiento para aumentar la producción de células madre sanguíneas.
El aspirado directo de médula óseas se realiza a través de una punción realizada en la parte posterior de la cadera. Se realiza bajo anestesia general o epidural y precisa de un ingreso hospitalario de aproximadamente 48 horas.
La donación del cordón umbilical es una forma especial de donar. La sangre del cordón umbilical es muy rica en células madre. El proceso de donación no afecta en nada al parto ni al recién nacido, siendo la prioridad la salud de la madre y del bebé. La matrona que le atienda podrá darle más información a la donante.
