La primera noticia es que David Galván ha vuelto a triunfar ante sus paisanos por dos faenas de raza, resueltas con actitud. Apostó y arreó desde el primer momento, cortándole un rabo al último. La otra noticia grata fue que el coso de La Isla ha registrado un lleno histórico, recordamos que en el año 1969 se celebró una corrida de toros mano a mano entre Ruiz Miguel y El Cordobés, que estaba en su apogeo, no llegando a llenarse. Con lo cual la empresa Vientobravo, que este año ha organizado la corrida feriada por cesión de la plaza de los propietarios y empresarios, la familia Postigo se ha apuntado un tanto. Aunque con un borrón, el ganado no correspondió a la expectación creada. Hay que cuidar la afición como se ha demostrado este sábado.

Manuel Díaz El Cordobés tuvo un primer toro muy bajo de raza que terminó defendiéndose. En la faena de muleta enganchó al torero sin consecuencias, quien hizo un trasteo de muleta suave con derechazo en redondo. Lo mejor fue la estocada. La verdad es que no se le vio con muchas ganas y el segundo fue un toro que se echó al tomar la primera vara. Nada hizo con la capa y menos con la muleta. No le dio opción y optó por la brevedad. Generoso el público que le tocó las palmas.

Banderilleó a sus dos toros con voluntad y acierto, Francisco Rivera Paquirri. Su apellido está entroncado en esta plaza, ya que su padre inició su carrera en La Isla. El primero de su lote, al que saludó con una larga cambiada, le faltó casta y se la puso Paquirri. Vino a menos en la muleta, echándose el animal durante la faena. Mató de estocada caída y un descabello, y paseó el doble trofeo. En el segundo, que cumplió con el capote, inició su faena sentado en el estribo. El toro querenciado frente a la puerta de San Marcos, se echó y no hubo de sacarlo. Se escucharon algunas palmas de tango. Tras pinchazos y tres descabellos, dio paso a unas cariñosas palmas.

El torero de La Isla volvió a reencontrarse con sus paisanos. El primero de su lote ofreció un tercio de capote bellísimo, toreando a pies juntos. Tras un buen puyazo del picador Esquivel, David tomó la muleta ganándole la acción a su enemigo en una labor notable, con buen nivel, corriendo bien la mano y expresando sus sentimientos y sus deseos de triunfo. Tuvo firmeza y torería, arrimándose y con un epílogo de series de manoletinas ajustadas. Tras un pinchazo y estocada, levantó el toro el puntillero, necesitando dos descabellos. El público estaba volcado solicitando las dos orejas.

Le tocaba levantar la segunda parte de la corrida tras los dos toros cuarto y quinto de sus compañeros, que no dieron la más mínima notoriedad. Volvió a entusiasmar David con el capote, con ese regusto en lances muy ajustados. La faena de muleta tuvo solvencia y conocimientos. Muy encajada y arrimándose en terrenos comprometidos. Con esa inspiración, temple y empaque el público vibró por su elegancia y exquisitos muletazos. El toro iba y venía con nobleza, pero le faltaba transmisión. Llegó la hora de matar, recetando una estocada perfecta, pidiendo el público por unanimidad el rabo. Quien quiera ver a David actuará en La Línea el 22 de julio con Padilla y El Cid con toros de Salvador Domecq.

FICHA DEL FESTEJO

–Ganadería– Seis  toros de Arcadio Albarrán, terciado el primero y correcta presentación el resto. Faltos de casta y de raza, se echaron tres de ellos durante la faena. Noble el tercero y manejable, al igual que el sexto. 

–Espadas–

Manuel Díaz ‘El Cordobés’ de celeste y oro. Dos orejas y ovación.             

Francisco Rivera ‘Paquirri’, de verde botella. Dos orejas y ovación.                          

David Galván, de verde y olivo. Dos orejas y dos orejas y rabo.

–Incidencias– Lleno histórico con el cartel de ‘no hay billetes’. Excesivo calor.