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San Fernando

Las obras del Ayuntamiento un año después: ya no es un PowerPoint

Medio centenar de arquitectos conocen el proyecto de rehabilitación del Ayuntamiento de San Fernando que se espera termine en septiembre. VIDEOS

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En el mes de marzo del año pasado lo explicaba Francisco Márquez, la cabeza visible del equipo que ganó el concurso para la rehabilitación del Ayuntamiento de San Fenando.

Ha sido y está siendo una obra en la que se han tenido que superar muchos desafíos técnicos y todo ello después de haber que tenido que superar los teóricos que desembocaron en el proyecto ganador.

El Ayuntamiento de San Fernando, uno de los edificios civiles neoclásicos más importantes de España que da una idea muy aproximada de la importancia que tenía la ciudad en el reinado de Carlos III, ha pasado por las manos de varios arquitectos, lo que ya supone complicaciones.

Si a eso se le une que también pasa por distintas épocas constructivas, en las que cada maestro de obras tenía sus métodos y los mejores métodos de cada época, no es de extrañar que cada vez que se haya levantado una losa algún técnico se haya llevado una sorpresa.

Item más, fue objeto de algunas reformas y reparaciones defectuosas que con los años dañaron la estructura y todo ello con el agravante de que las obras de mampostería que se han ido haciendo a lo largo de los años para adaptarlo a las necesidades de cada momento -tabiques, techos de escayola, compartimentos... han ocultado sus defectos y los ha ido empeorando.

Como consecuencia de todo un poco, se trata de un edificio que estaba en unas condiciones francamente malas, lo que obligó a su cierre en 2006 para proceder a unas obras que urgencia con el fin de que no se cayera. Porque se iba a caer.

Este sábado tuvo lugar en San Fernando una reunión muy especial por cuanto se reunían en La Isla casi medio centenar de arquitectos de la provincia de Cádiz para visitar las obras y conocer lo que se había hecho y se estaba haciendo.

Y Francisco Márquez, junto a María Jesús Alba Real, Juan Cascales, Mónica González y Ana Coronado, que son el núcleo duro del equipo que ganó el concurso de proyectos para la rehabilitación del edificio consistorial, los puso al corriente, en doble sesión, de lo que habían padecido entre esas paredes y en el estudio resolviendo problemas.

Francisco Márquez ya había explicado los entresijos de la obra en el mes de marzo de 2017 en una conferencia organizada por la Real Academia de San Romualdo, en la que enseñó y explicó fotografías del proceso.

Esta vez estaba ante iguales y desde luego que podría presumir de lo que están haciendo porque a modo de resumen anticipado, ese edificio monumental que va a recupera su categoría de monumento gracias a la rehabilitación, ha sido recosido de nuevo, de cabo a rabo.

Antes de la visita ya hubo una comparecencia de prensa con la presencia de la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cabada; el decano del Colegio de Arquitectos de Cádiz, Fernando Mejías; la arquitecta María Jesús Alba Real y el propio Francisco Márquez.

Fecha señalada
En esa rueda de prensa la alcaldesa dijo que hay una fecha señalada en el calendario, la del 14 de marzo de 2016, día en que comenzaron los trabajos de rehabilitación integral que se espera que estén terminados en el mes de septiembre de este año. Aunque las obras siempre se retrasan un poquillo.

Pues ese 14 de marzo de 2016 comenzaron a surgir los problemas, además de los técnicos, los propios de trabajar con una empresa que tomó las obras con un 40 por ciento de descuento, aunque no considerara baja temeraria, pero que precisó de un modificado del proyecto a los pocos meses. Eso sí, porque también comenzaron a llegar las sorpresas técnicas.

Lo explicaba Márquez en el mes de marzo de 2017 y lo explicaba este sábado. Las labores de demolición han sido mucho más laboriosas de lo esperado y conforme avanzaban los trabajos, más complicado cumplir con el proyecto original porque iban apareciendo patologías que era imposible detectar sin dejar los muros absolutamente al descubierto.     

Eso fue lo que llevó al primer modificado del proyecto original, a un aumento de 500.000 euros en los costes y a una ampliación del plazo de ejecución de seis meses.      

El proyecto original varía poco -en lo que a grandes rasgos se refiere- de lo que será el Ayuntamiento una vez terminado. Las recreaciones artísticas que se presentan en el proyecto ganador se mantienen.

Para eso han servido los retrasos en el comienzo de las obras y las revisiones del proyecto original, para que la sintonía entre el equipo de arquitectos y Patrimonio de la Junta hayan consensuado un proyecto ambicioso.    

Técnicas modernas
El edificio, además, ha habido que adaptarlo a las normas constructivas de hoy en día y  dotarlo de una serie de servicios como comunicaciones y climatización que precisan de un espacio para las máquinas.     

Toda la parte entre la barandilla y la pared del edificio se ha convertido en un sótano, así como el subsuelo bajo el patio interior de la zona de la Alcaldía donde irán los sistemas de aire acondicionado.  

Además de la excavación del estos fosos se ha tendido todo el sistema de conducciones de todo tipo que prácticamente rodean el edificio, lo que ha obligado también a un trabajo extremo en el que -obviamente- ha primado la seguridad de los trabajadores.

Aparecieron durante el proceso de demolición elementos que tanto desde la dirección de obras como de Cultura se consideraron ajenos a la construcción original, escaleras que fueron cegadas para habilitar más espacios, así como media docena de pozos que se desconocían y que se intentarán mantener. Y se descubrieron también distintas actuaciones realizadas a lo largo de estos dos siglos para mantener en pie del edificio.

Márquez ha insistido en esos aspectos como ya lo hiciera hace un año, pero esta visita tenía un componente especial y es que mientras el año pasado el edificio se había vaciado casi por completo, dejando como techo el cielo, ahora ya se puede ver lo que será cuando esté abierto al público.

Ya se ve esa capilla que apareció junto al patio de la cárcel y que había sido cegada con un falso techo. Ahora se puede ver la bóveda en la segunda planta.

Se ve también el salón de plenos entre plantas, colgando, con un hemiciclo y una zona para el público -con un foso en medio- y se ve cómo el vestíbulo, donde volverá a estar la escalera imperial, que ahora no está, recibe la luz del patio una vez descubiertos los ventanales opacos que tenía.

La Sala Isabelina, la Alcaldía, las dependencias de los altos cargos -Secretaría e Intervención- han sido restauradas.

Edificio accesible
Se han tomado medidas para que el edificio sea absolutamente accesible, obviamente respetando los elementos arquitectónicos intocables y en general se han unido en un mismo proyecto los sistemas más modernos con los históricos.

Incluso las mazmorras, que serán visitables desde sin tener que entrar por las escalinatas del Ayuntamiento, están siendo tratadas, aunque respetando esos dibujos de las paredes que algún preso con actitudes artísticas dejó para la posteridad.

Pronto se colocará la reja de seguridad del patio de la cárcel, que es un elemento de un contrastado valor y sólo quedará la segunda parte que no por menos complicada es menos importante.

Una vez que la empresa constructora entregue a satisfacción del Ayuntamiento el edificio, hay que amueblarlo y es de suponer que no van a poner los mismos muebles que había -salvo los valiosos- ni los comprarán en el Ikea. Un edificio así se merece un mobiliario aparente a la vez que funcional.

El quid de la cuestión es de dónde van a sacar el dinero para los muebles, porque es de esperar que al medio millón de euros supuso el modificado haya que añadirle algo más.

 

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