A punto de cumplirse una semana
sin salir a faenar, los armadores y marineros del puerto de Bonanza, en Sanlúcar, han protagonizado hoy una
concentración en las instalaciones del puerto pesquero con un doble objetivo: por un lado, exigir al Gobierno una
reducción en el precio del gasoil y, por otro, unas condiciones dignas para trabajar.
La protesta, secundada por unas
250 personas, ha contado con el respaldo de los
transportistas de la localidad que han hecho coincidir la concentración del sector pesquero con un recorrido por la ciudad en el que el ruido de las bocinas de camiones, furgonetas, tractores y taxis ha sido el protagonista.
A las puertas del muelle, los pescadores los han recibido con una
pancarta y han dedicado un aplauso a los protagonistas de una huelga que cumple una semana y que ha obligado a parar la actividad pesquera. Con esta concentración han exigido al Gobierno que reduzca el precio del gasoil. Hace justo un año, han explicado, el litro de gasoil estaba a 0,40 céntimos y actualmente ya supera el euro. "La situación es insostenible" explica un armador, que asegura que el coste de un barco de arrastre sólo en gasoil alcanza los 1.000 euros diarios. "No podemos llevar al personal a la mar para darle 20 euros. No salen las cuentas".
La Cofradía de Pescadores de Sanlúcar tenía previsto secundar la
huelga del sector convocada para este lunes 21 de marzo, pero llevan amarrados a puerto desde el pasado martes, cuando la presencia de piquetes les obligó a dejar de salir a faenar.
Según ha explicado el patrón mayor de la Cofradía, Antonio Romero "es una pena que los marineros vayan a la mar para pagar el gasoil nada más y eso no lo mira el Gobierno". Por su parte, el técnico de la Cofradía ha explicado que los barcos permanecerán
amarrados hasta el próximo miércoles cuando el sector tiene previsto mantener una reunión con el ministro Luis Planas.