Rafael Louzao está en permanente contacto con los representantes de los pescadores
El Ayuntamiento de Sanlúcar ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy la “máxima sensibilidad” con el colectivo de pescadores de la ciudad que se ha visto afectado por el cierre del caladero del boquerón, decretado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de forma cautelar, ante el próximo agotamiento de la cuota designada por la Unión Europea.
El equipo de gobierno ha manifestado su enorme preocupación por la situación de los 450 empleos que, entre directos e indirectos, dependen de este caladero. “La situación económica y de empleo es ya lo suficientemente dramática como para ir agregando nuevos recortes. Pedimos al Gobierno que analice con la máxima atención y sensibilidad la actual situación a la que abocan al colectivo afectado, ya que se trata de 450 familias, cuya indignación comprendemos perfectamente”.
El delegado de Agricultura y Pesca del Ayuntamiento de Sanlúcar, Rafael Louzao, ha permanecido, desde que se conoció la noticia, en permanente contacto con representantes de los pescadores. “En la mañana de hoy jueves me he reunido con ellos, que me han expresado su preocupación por la situación.
Les he trasladado la solidaridad y apoyo del Ayuntamiento, así como mi ofrecimiento para colaborar con ellos dentro de las posibilidades de nuestras medidas”.
“El problema de estos pescadores de Sanlúcar”, prosigue diciendo el edil, “es que, a diferencia de otros, no disponen de ningún otro caladero.
Otras temporadas han podido pescar hasta finales de otoño, pero este año la época de capturas se ha visto reducida, de forma sorprendente, a mediados de agosto. El anuncio, además, se ha conocido de manera extraña, solo unas horas antes del cierre del caladero.