La Asociación de Mariscadores de Sanlúcar ha criticado la "dejadez" por parte de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz ante las "reiteradas" denuncias y peticiones de encuentros para abordar la presencia de furtivos en las playas de Doñana, en concreto, en la zona AND1-11 donde ejercen su labor.
Los mariscadores alertan de la presencia de pescadores furtivos en esta zona que, en la actualidad y desde hace meses, permanece cerrada por la presencia de toxina DSP. Han sido varias las denuncias que los mariscadores sanluqueños han trasladado a la Subdelegación del Gobierno solicitando una mayor vigilancia en la zona, si bien hasta la fecha "no hemos recibido respuesta", explican en un comunicado que ha sido remitido a los medios de comunicación locales. Aseguran que cuando solicitan la presencia de la Guardia Civil en la zona al detectar la presencia de furtivos, obtienen como respuesta que "no pueden acudir por falta de efectivos". Esta misma mañana han vuelto a dirigir una petición de reunión "urgente" al subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, para abordar la problemática. Mientras tanto, advierten de los "graves problemas de salud" que el consumo de esta coquina contaminada puede tener para los ciudadanos.
En Sanlúcar existen unas 25 familias que viven del marisqueo. Se trata de mariscadores profesionales que ejercen su profesión en la zona Anda1-11 del Parque nacional de Doñana, contando para ello con un carnet profesional concedido por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.
Los furtivos, según denuncia la Asociación de Mariscadores de Sanlúcar, carecen de autorización o carnet de mariscador reglamentario necesario para ejercer dicha profesión. Acceden a la zona con embarcaciones y capuran la coquina 'Dónax trunculus' sin respetar tara, ni talla ni paro biológico ni paro por toxina.
