El Sindicato Médico de Sevilla (SMS) cree que el "colapso" en las Urgencias y en la Atención Primaria "contribuye" a que haya más agresiones a facultativos, la última de ellas sufrida este martes 10 de enero por un veterano médico, que fue objeto de amenazas e insultos por parte de un paciente del área de ingresos de Observación del Hospital Virgen del Rocío.
Para el sindicato, la "elevada presión asistencial" supone "un caldo de cultivo" para estas agresiones. "Sin justificar de modo alguno esas actitudes, existe mucha tensión entre los pacientes por el retraso considerable que soportan", asegura su presidente, Rafael Ojeda, en declaraciones a Europa Press.
"Sin ir más lejos, en este último caso registrado en el centro hospitalario tuvo mucho que ver el retraso en la atención, una demora que terminó de desquiciar al paciente. Por suerte, son casos muy puntuales, y la inmensa mayoría tiene una conducta cívica, lo que no esconde el malestar generalizado por esos retrasos", añade Ojeda.
El Sindicato Médico ha insistido en la necesidad de que los agresores tengan el "correspondiente castigo judicial" para que sus acciones "no queden impunes" y en la conveniencia de reforzar la seguridad en determinadas áreas, especialmente las dos citadas: Urgencias y Atención Primaria.
"La agresión a un sanitario sale prácticamente gratis. A pesar de que la reforma legislativa daba autoridad al facultativo en el ejercicio de su profesión, en la práctica no ha habido un aumento de los castigos desde un punto de vista jurídico", afirma el presidente del sindicato. En opinión de Ojeda, los jueces "son más reacios a castigar estas conductas de forma severa y apuestan por hacerlo de manera más leve".
Considera el Sindicato Médico que "no hay mecanismos eficaces de identificación y control de los reincidentes; no hay suficiente personal de seguridad ni medidas disuasorias como cámaras o botón del pánico"; tampoco existen diseños arquitectónicos adecuados "para facilitar la huida" en caso de agresión: "Las consultas son auténticas ratoneras".
Desde el sindicato se recuerda que el último balance actualizado hecho público por la Consejería de Salud --de enero a julio de 2022-- arrojaba 175 agresiones, entre físicas y verbales. "Si extrapolamos el promedio mensual en el segundo semestre se podría alcanzar la cifra de 300, lo que supondría un incremento respecto a 2021".
Para el SMS, el Plan de Prevención y Atención frente a agresiones a profesionales del Sistema Sanitario Publico "ha fracasado", ya que tras el descenso experimentado hace unos años "por la pandemia y las restricciones de movilidad", los datos han vuelto a subir desde 2020". Agresiones que sigue afectando en mayor medida a los sanitarios (77%) que al personal de gestión y servicios, y a mujeres (73%) respecto a hombres. La mayoría de las agresiones se producen en consultas de Atención Primaria (61%).
PLAN ANDALUZ FRENTE A AGRESIONES
El actual Plan de Prevención y Atención de agresiones para los profesionales de sistema sanitario público andaluz, que entró en vigor en octubre de 2020, incorporaba como novedad un programa especial de acompañamiento al profesional agredido y un profesional con formación específica que ejerce como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas.
El citado plan habilita "canales ágiles y rápidos" para que la persona que sufre una agresión, ya sea verbal o física, no esté sola momentos después de ser agredida. Además, se facilita atención psicológica durante el tiempo que sea necesario y se realizarán acciones de comunicación dirigidas a concienciar a los pacientes y usuarios con campañas informativas explicando cómo funciona el sistema sanitario andaluz y qué puede o no puede hacer un profesional.
La formación a los profesionales cobra especial importancia y tiene una doble vertiente: aprender a controlar situaciones conflictivas y qué hacer cuando se produce una agresión. En este sentido, el plan recoge también la puesta a disposición de los profesionales que lo deseen el uso de la aplicación para móviles Alertcops, que permite la geolocalización en las asistencias sanitarias a domicilio y la comunicación con los cuerpos policiales.