El presunto asesino ha recurrido su ingreso en prisión preventiva mientras se estudia el caso, al asegurar su abogado que no tiene riesgo de fuga del país
Cuatro testigos en el caso del asesinato de la joven nicaragüense Erika Vanessa Reyes en Utrera (Sevilla) testificarán esta semana ante el juez, dentro de las diligencias previas de un suceso por el que se encuentra en prisión preventiva su marido como presunto autor de los hechos.
Según ha informado a EFE este lunes el abogado de la familia de la joven de 22 años, José Antonio Sires, las declaraciones se realizarán en dos tantas los próximos miércoles y jueves, de modo que el juez ha citado para el 16 de agosto a una mujer llamada Marina, de la que se desconoce su relación con el caso, y al recepcionista del hostal donde se escondió el presunto autor el día de los hechos.
Además, el 17 de agosto tomará declaración a las otras dos personas que también vivían en el domicilio donde ocurrió el suceso, dos jóvenes llamadas Sandra y Rosa.
Por otro parte, el presunto asesino ha recurrido su ingreso en prisión preventiva mientras se estudia el caso, al asegurar su abogado que no tiene riesgo de fuga del territorio español.
El letrado defensor ha presentado el recurso ante el Juzgado competente en violencia de género, en el que, contra los criterios de la defensa de la familia de la joven y la Fiscalía, cita que el detenido no tiene motivos para huir de España.
La petición ha sido a su vez recurrida por el representante de la familia de la joven, que sí considera que el riesgo de fuga es evidente y pide al juez que mantenga la situación de prisión preventiva para el detenido, de 43 años.
Esta semana está previsto además repatriar el cuerpo de Erika Vanessa a su ciudad natal, Talolinga Nueva Guinea, para que sea enterrado por su familia después de que el pasado sábado se llevara a cabo una despedida en un tanatorio de Sevilla antes de iniciarse el traslado, que será vía El Salvador.