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Sevilla

La Fiscalía eleva de 18 a 22 años de cárcel su petición para el acusado de matar a su ex

En Lora del Río

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La Fiscalía de Sevilla ha elevado de 18 a 22 años y medio de cárcel su petición para Francisco Javier S.C., el hombre acusado de matar de 21 puñaladas a su expareja sentimental en Lora del Río cuando ésta se disponía a coger el tren de cercanías junto con sus amigas para trasladarse hasta la capital hispalense.

   Fuentes del caso han informado a Europa Press de que, en la segunda sesión del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, el Ministerio Público ha modificado sus conclusiones provisionales y ha pedido finalmente para el acusado 22 años y medio de prisión.

   Aunque inicialmente consideraba que el imputado era autor de un delito de asesinato con alevosía, finalmente ha modificado estas conclusiones al apreciar que en los hechos concurrieron también las agravantes de ensañamiento y de parentesco, petición a la que se ha adherido igualmente el letrado que ejerce la acusación en nombre de la Junta.

   Para esta modificación de las conclusiones por parte de la Fiscalía ha sido clave el informe de las dos médicos forenses que practicaron la autopsia al cadáver, quienes han señalado que el acusado propinó 21 puñaladas a la víctima estando ésta viva, ya que, según han explicado, las heridas eran sangrantes y ello sólo se produce cuando la persona se encuentra aún con vida.

   De su lado, tanto la acusación particular que ejerce la familia de la víctima como el abogado del Estado han mantenido su petición de 25 años de cárcel para el procesado, quien en su declaración admitió haber apuñalado a su expareja "cegado" por los celos, aunque dijo que "la quería mucho" y que "su intención no era matarla".

   Durante la primera sesión del juicio, el imputado relató que, tras comenzar la relación en 2002, la víctima decidió romper con él en julio de 2011, una ruptura que el acusado "no aceptaba" y a consecuencia de la cual se sentía "angustiado y muy triste".

   En este sentido, indicó que el día 17 de septiembre de 2011 se encontraba paseando a su perra cuando, en un momento dado, pasó por su lado un vehículo en el que viajaba su expareja junto a varias amigas, tras lo que observó cómo lo aparcaban en las proximidades, por lo que decidió volver a su casa y coger una de las navajas que coleccionaba con el objetivo de "pincharle las ruedas".

   El imputado explicó que, cuando llegó a las proximidades del coche de su exnovia, vio a varias personas cerca, por lo que decidió no pincharle las ruedas, pero en el camino de vuelta se cruzó con la víctima, que "iba con una minifalda", por lo que "pensó que se iba con otro hombre" y se "cegó", sacando la navaja y clavándosela.

"JAMÁS QUISO MATARLA"

   El acusado aseguró que, a partir de ese momento, no se acuerda "de nada", ni siquiera de cuántas puñaladas le propinó ni en qué zonas del cuerpo lo hizo, ya que "estaba cegado".

   El procesado señaló que, posteriormente, se trasladó hasta la vivienda de su hermano, al que le dijo que había "pinchado" a su exnovia "pero que no se acordaba de nada", tras lo que llamó a la Guardia Civil y le confesó los mismos hechos que a su hermano, entregándose posteriormente en el cuartel.

   En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el Ministerio Público relata que el imputado mantuvo una relación de pareja análoga al matrimonio con la víctima, compartiendo incluso domicilio en Lora del Río, aunque esta relación concluyó en septiembre de 2011 por decisión de ella, una decisión que el acusado "no toleraba", por lo que desde esa fecha "no cesaba de atosigarla, siguiéndola y vigilándola adonde quiera que fuera".

EN LA ESTACIÓN DE RENFE

   Sobre las 22,00 horas del 17 de septiembre de 2011, la víctima se dispuso en compañía de sus amigas a desplazarse en el tren de cercanías a Sevilla, para lo cual se dirigieron a la estación de Renfe.

   El acusado, "que continuaba acechándola, enfureció de tal modo" al ver que se disponía a salir con sus amigas que decidió acabar con su vida, por lo que, "para asegurar el fin propuesto y evitando cualquier defensa" por parte de su expareja, se dirigió a su domicilio y cogió una navaja monocorte de las que coleccionaba.

   Seguidamente, regresó al lugar donde "sabía que aún se encontraba" la fallecida y, al encontrarse con ella frente a frente, le preguntó dónde iba, "para a renglón seguido y sin solución de continuidad atacarla con la evidente intención de acabar con su vida y empleando para ello el cuchillo que portaba".

   Concluida la agresión, el acusado, que se encuentra en prisión preventiva desde el momento de los hechos, abandonó el lugar y se entregó en dependencias de la Guardia Civil.

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