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Andalucía

Una propuesta de vanguardia para el Gran Poder

La propuesta de reforma de la basílica de Alt-Q-Arquitectura sorprende por su cúpula de madera frente a la sobriedad de José Ramón Sierra

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  • Un cabildo de hermanos, sin fecha aún, decidirá en último término

La Obras Social de Caja Rural, en la Plaza de la Magdalena, acoge hasta el 7 de febrero las propuestas presentadas al concurso de ideas para el concurso de reformas ornamentales y ambientales de la Basílica de Jesús del Gran Poder, convocado por el 50 aniversario del templo, y en el que destaca la propuesta vanguardista realizada por Alt-Q-Arquitectura, la idea que junto a la de José Ramón Sierra ha sido reconocida por el jurado como “ganadoras ex aequo”, es decir, por igual.

La propia Hermandad del Gran Poder reconoce que la resolución de un premio ex aequo presenta “una nueva situación”, que obliga a la cofradía a abrir “un proceso de reflexión más profunda y de diálogo con los autores ganadores, que materialice las vías para la realización de estas ideas o aquellas que surjan de las propias necesidades tanto formales como culturales del inmueble”.

La Hermandad ha anunciado que dejará sujeto a la disponibilidad económica y al momento idóneo el desarrollo futuro en un proyecto de arquitectura para la mejora ambiental y formal de la Basílica, que además, “obligatoriamente”, deberá ser refrendado por el Cabildo General de Hermanos, para el que no hay fecha ni será pronto, según ha declarado el propio hermano mayor, Félix Ríos.

Aún así, de entre las dos propuestas ganadoras destaca especialmente el de Alt-Q-Arquitectura por su vanguardismo. De ambas, la hermandad destaca cómo el jurado ha valorado que sus conceptos, “aun siendo muy diferentes respecto al nivel de intervención sobre el inmueble, han entendido el valor patrimonial de éste”. Así, y aun cuando la Basílica no cuenta con nivel de protección patrimonial alguno, ambas propuestas realizan una lectura en la que se preservan o se potencian valores tanto materiales del propio inmueble o de las Sagradas Imágenes, como aquéllos que, siendo inmateriales y concerniendo a la emoción, a la devoción o a la liturgia, deben verse reforzados con el carácter multidisciplinar de estas ideas, destaca la Hermandad.

En ese sentido, la idea desarrollada por Alt-Q-Arquitectura propone un profundo cambio el interior de la Basílica, con una intervención en la que, sin producirse actuaciones de demolición en la fábrica del edificio, se crea una segunda piel para éste: la madera, el diseño geométrico -que participa de la tradición de la carpintería de lo blanco y de referencias contemporáneas- y la iluminación, buscan potenciar la dimensión del espacio como ámbito devocional.

Respecto a la idea de José Ramón Sierra, se destaca la apuesta por una sobria lectura del espacio de la Basílica cuya inspiración parte de la esencia del proyecto original, potenciando sus valores a través de un diseño que se centra en aspectos funcionales -acústica, accesibilidad- y formales -el cuidado diseño de la cornisa; la profunda transformación de presbiterio, muro del altar y camarín- en los que el lenguaje contemporáneo muestra su dimensión más contenida, siempre en la búsqueda de reforzar aún más -como pieza y foco fundamental al que se dirigen todas las miradas en la Basílica- la presencia de la Sagrada Imagen del Señor en la cercanía hacia sus devotos.

Las otras propuestas

Cinco fueron los estudios de arquitectura invitados a este concurso de ideas. De cada una de ellas, se han querido destacar algunos aspectos. De la propuesta de ideas presentada por Jacinto Pérez Elliot se reconoce la voluntad de abordar integralmente -aun estando fuera de lo demandado por el concurso- la ordenación del conjunto de las dependencias que circundan la Basílica para hacer posible un profundo cambio en el ámbito central de ésta, donde se propone una convivencia entre lenguajes materiales y estéticos a priori muy diferentes.

Respecto a las ideas desarrolladas por Rubiño García Márquez Arquitectos se destaca el complejo programa simbólico propuesto, con una comprensión actualizada y profunda del barroco y de los elementos litúrgicos y devocionales, sin renunciar a un lenguaje del tiempo presente, tanto en lo que hace referencia al cuidadoso diseño de los diferentes elementos como en la cultura material que hace converger en la propuesta la tradición artesana y nuevas formas de producción.

Igualmente, de la propuesta de ideas presentada por José Luis Daroca Bruño se destaca el deseo de una intervención en la que actuaciones muy concretas mantengan las líneas generales de la Basílica tal y como es percibida en la actualidad: así deben ser contemplados el nuevo material del zócalo y los cambios en la escala del alzado, las mejoras en la iluminación o la actuación en el óculo central de la cúpula y el templete exterior, que buscan la mayor fidelidad a los modelos que inspiraron la obra.

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