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sociedad

Familiares de presos preguntan a disidentes por su reinserción

Aunque no consta por el momento que se hayan materializado nuevas deserciones, la ruptura con ETA es el camino que en última estancia le queda a los casi 600 presos que aún componen el EPPK

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Las Fuerzas de Seguridad han detectado que familiares de presos que integran el EPPK, históricamente sometido a la férrea disciplina de ETA, han contactado con internos que rompieron con la banda para acogerse a medidas de reinserción. Piden información sobre el modo y las ventajas de asumir la ley penitenciaria a cambio de beneficios en la cárcel, han informado a Europa Press altos responsables de la lucha antiterrorista.

   Estas fuentes añaden que en algunos casos no contactan directamente con el preso, sino con su entorno más cercano. Son varios los internos que se desvincularon en su día de la organización y ahora disfrutan de terceros grados o salen a diario varias horas a trabajar. Eso les costó ser acusados de traidores y tanto ellos como sus familias pagaron el coste personal de ser rechazados por el entorno proetarra. Este es uno de los motivos por el que también se mantiene el fenómeno contrario: familiares que disuaden a sus allegados en prisión de la tentación de salirse de la disciplina terrorista.

   Aunque no consta por el momento que se hayan materializado nuevas deserciones, la ruptura con ETA es el camino que en última estancia le queda a los algo menos de 600 presos que aún hoy componen el EPPK, según los análisis de los expertos consultados. Lo achacan al cansancio al que se enfrenta el colectivo tras la indiferencia con la que el Gobierno recibe sus reivindicaciones.

   Las esperanzas que generó el cese de la violencia y los mensajes anunciando una salida dialogada que los emisarios de ETA difundían en las prisiones cada vez se ve más improbable dentro de las cárceles. Aquel clima que generó la declaración del cese definitivo de la banda en octubre de 2011 y la declaración de Ayete sin la oposición del entonces Gobierno socialista contrasta con la estrategia seguida por el PP desde que ganó las elecciones apenas unas semanas después.

ESTRATEGIA DEL PP

   Excepto la excarcelación del etarra Bolinaga, la concesión de varios terceros grados al inicio de la legislatura y la presentación de un difuso plan de reinserción que no ha dado resultados, el Gobierno apenas ha movido ficha en las cárceles. Ni siquiera reconocen ya la denominada 'Vía Nanclares' oponiéndose incluso a conceder beneficios a algunos de los disidentes más representativos.

   En el horizonte, la única cuestión que podría suponer una satisfacción para el EPPK es la derogación de la 'doctrina Parot', pero eso tan sólo afectaría a cerca de 60 etarras, quedando el resto en idéntica situación. 

   En el control que ETA mantiene sobre sus presos, diversas fuentes de la lucha antiterorristas otorga una especial relevancia a un grupo reducido en el que sobresale la abogada de etarras Arantxa Zulueta. Estas fuentes consideran a este grupo responsable de los comunicados que emite el EPPK y no los presuntos debates dentro de las prisiones.

FRACASOS DEL EPPK

   Ninguna de las estrategias impulsadas por el Colectivo en los últimos años han dado frutos. Hace un año renovó a sus máximos representantes recuperando para esta labor a dirigentes etarras históricos como 'Mikel Antza', 'Anboto' u Olarra Guridi. En su primera comunicación pública solicitaron una negociación si haber recibido siquiera una respuesta.

   A finales de 2011 el EPPK llevó a cabo una novedosa campaña organizada que consistía en presentar escritos particulares ante la Audiencia Nacional pidiendo la excarcelación de otros compañeros para presentarlo como algo global. Las razones alegadas eran haber cumplido las tres cuartas partes de su condena, habérsele aplicado la 'doctrina Parot' o tener problemas de salud. Tanto Interior como la Audiencia Nacional rechazaron de plano estas peticiones.

Frente a la insistencia de ETA a resistir unidos, los presos tienen la invitación de la izquierda abertzale a estudiar las posibilidades que contempla la ley, una vía a la que el EPPK siempre se ha negado con un discurso de máximos en el que no renuncian a la amnístia. Pero los expertos policiales creen que esa postura tiene fecha de caducidad, un extremo que en privado también admiten en círculos abertzales.

LAVADO DE CARA

   Mientras tanto fuera de las prisiones la izquierda abertzale llevó a cabo un lavado de cara de sus plataformas. Históricas como Etxerat han pasado a un segundo plano en favor de nuevas marcas como Herrira, Egin Dezagun Bidea o Eleak. Persiguen los mismos objetivos, pero utilizan un lenguaje más "realista", según fuentes abertzales, en el que la palabra amnistía es ocultada o matizada.

   En el fondo subyace el pulso que desde hace años mantienen la izquierda abertzale tradicional y ETA por el control de los diferentes sectores que componen el entorno proetarra. En esta pugna los presos son una pieza clave y casi el único frente junto a los zulos que aún mantiene la banda como mecanismo de presión al Gobierno.

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