La frontera entre Melilla y Marruecos ha permanecido cerrada este sábado cerca de dos horas, desde las 9.30 horas hasta las 11.30 horas aproximadamente, después de un intento de entrada masiva de inmigrantes, al parecer originarios de Siria.
Según han informado fuentes policiales a Europa Press, decenas de personas, entre ellas mujeres y niños, han querido pasar a la fuerza por el puesto fronterizo de Beni-Enzar, momento en el que la Policía Nacional ha tenido que cerrar la verja para vehículos y peatones.
Los inmigrantes, sirios, superaron en primer lugar el control marroquí y cuando ya se encontraban en la tierra de nadie, pretendieron seguir hasta el puesto español para intentar pasar sin reunir los documentos necesarios, por lo que las autoridades decidieron el cierre.
Este suceso ha provocado una gran retención de vehículos y personas en una jornada como el sábado, donde acuden a Melilla miles de marroquíes a trabajar o hacer compras, y otro tanto ocurre con melillenses que van a Marruecos de turismo o de compras.
No es la primera vez que un intento de este tipo ocurre ya que se calcula que en Nador, la ciudad marroquí más próxima a Melilla, hay más de 1.500 sirios que han escapado de la guerra civil de su país y que pretenden alcanzar Europa vía la ciudad española del Norte de África.
Melilla sigue así sufriendo la presión migratoria, no solo de subsaharianos, como los 500 que entraron el martes en la mayor avalancha de la historia de la valla, sino de un tiempo a esta parte también de los que escapan de la guerra de Siria, lo que ha provocado que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) acoja a más de 1.500 personas, cuando su capacidad óptima es de 480.