El periodista y escritor Lluís Foix, que acaba de publicar su libro de vivencias 'Aquella porta giratòria' (Destino), ha remarcado que el periodismo "no es una cuestión de cargos sino de comunicar las cosas de forma entendedora y sin apriorismos".
En una entrevista de Europa Press, ha sostenido que el periodismo tiene que contar historias con todo tipo de detalles para convertirse en "el primer borrador de la historia".
En 'Aquella porta giratòria', Premi Josep Pla 2016, Foix (Rocafort de Vallbona, 1943) rememora sus primeros años en el diario 'La Vanguardia' --del cual ha sido traductor, redactor, director, adjunto a la dirección y actualmente consejero de dirección-- y la forma cómo se elaboraba el producto, "más artesanal" que en la actualidad.
Por el libro discurren algunos de los más insignes periodistas de los 70 y 80 en Cataluña como los hermanos Santiago y Carlos Nadal, Lluís Permanyer, Tomàs Alcoverro, Jaime Arias, Llorenç Gomis u Horacio Sáenz-Guerrero, y refleja una redacción "con mucha actividad y por la que pasaba mucha gente".
Foix, con pinceladas breves y sin recabar protagonismo, rememora anécdotas de sus primeros años en 'La Vanguardia', de los que guarda especial cariño de su periodo como corresponsal en Londres o Washington, ya que gozaba de mayor libertad que en España todavía marcada por el franquismo y la censura.
De esa época como corresponsal explica anécdotas como el viaje por Estados Unidos con periodistas europeos --tanto del bloque occidental como el oriental--, en el que pudo ver como Richard Nixon partía hacia China, conocer a Jimmy Carter, cuando era gobernador y nadie podía pensar que años después fuera presidente, o la cobertura de la guerra de las Malvinas.
En aquellos años, ha explicado Foix, los corresponsales eran "los aristócratas del periodismo", una posición que se ha ido perdiendo ya que los diarios han ido cediendo protagonismo a otras secciones en lugar de la de internacional.
Ha remarcado que no ha intentado hacer un libro de historia sobre 'La Vanguardia', pero ha subrayado el hecho de que sea un diario que se ha mantenido en una misma familia durante cinco generaciones adaptándose a las circunstancias históricas.
El título del libro hace honor a la puerta giratoria de entrada a la sede de 'La Vanguardia' en la calle Pelai, y Foix ha explicado que el primer capítulo, titulado 'La porta giratòria', lo tenía escrito hacía tiempo y que el año pasado en unos cuatro meses escribió el resto.
FUTURO DEL PERIODISMO
El periodista ha asegurado que el periodismo tiene un gran futuro en sus diferentes formatos, siempre que tenga claro que su función es explicar historias, y ha aconsejado a los que se dedican a él: "El periodista ha de saber escribir, leer y viajar".
Sí que se ha mostrado contrario a un periodismo que "quiera que pasen cosas en lugar de explicarlas", ya que ha subrayado que no es el papel de periodismo hacer que ocurran noticias sino explicar qué ha pasado.
Tras la publicación en 2013 de 'La marinada sempre arriba', sus vivencias de posguerra en el valle del Corb, y 'Aquella porta giratòria', Foix ha explicado que seguirá escribiendo vivencias, pero que éstas tienen que reposar en el tiempo.