El Partido Socialista (PS), que lidera la coalición de izquierdas que ganó con rotundidad los comicios, calificó inmediatamente de “cosmético” ese cambio en el Gobierno.
En opinión del secretario nacional del PS, Harlem Désir, además de mínima –la única salida importante del Ejecutivo es la de Darcos– el nuevo cambio gubernamental de Sarkozy quedó “totalmente fuera del tema” que plantea el rechazo de los electores a los candidatos de la conservadora UMP (Unión por un Movimiento Popular).
La pequeña remodelación surgida tras la severa derrota electoral del partido en el Gobierno introduce en él a dos personalidades próximas al ex presidente conservador Jacques Chirac y a su antiguo primer ministro y gran rival de Sarkozy, Dominique de Villepin.
Dentro de la derecha, Villepin podría convertirse, de hecho, en el principal competidor del actual jefe de Estado en las presidenciales de 2012.
Entre tanto, el villepinista Georges Tron aceptó ayer convertirse en secretario de Estado encargado de la Función Pública en el departamento de Trabajo, mientras que el ex ministro de Chirac François Baroin será el titular de Presupuesto, Cuentas Públicas y Reforma del Estado francés.