Según el portavoz del Gobierno y viceprimer ministro, Cemil Cicek, el paquete de enmiendas que abarca 26 artículos constitucionales y fue presentado a los partidos opositores, tiene el objetivo de mejorar la democracia y fortalecer el esfuerzo del país por integrarse en la UE.
En un comunicado público difundido por todas las televisiones turcas, Cicek destacó como ineludible, en el camino hacia “los Veintisiete”, modificar la Constitución elaborada en 1980 por el régimen militar de facto.
Tras presentarla a los diputados opositores, el AKP buscará también la colaboración de organizaciones no gubernamentales con el fin de lograr la aprobación de la reforma con el máximo apoyo.
La propuesta incluye, entre otros, disposiciones para dificultar la prohibición de partidos políticos y modificar la forma en que se nombran a los jueces y los fiscales.
Su aprobación abriría además una puerta para perseguir a los responsables del golpe militar de 1980 y posibilitaría llevar ante los tribunales las decisiones de la Junta Suprema Militar, que actualmente tiene la potestad de cesar a oficiales del Ejército sin que se pueda hacer objeción alguna al respecto.
También propone mejoras en las condiciones para las mujeres y el derecho a la negociación colectiva para los funcionarios civiles, si bien no llega a darles el derecho a huelga.