Hasta el momento, el carguero ha derramado dos toneladas de combustible, que ha creado una marea negra de tres kilómetros de largo y cien metros de ancho, según fuentes oficiales.
Los expertos en salvamento han comenzado a trabajar en las zonas más cercanas al barco desde el aire, utilizando un sistema de pulverización con productos químicos para disolver el carburante, y ahora el objetivo es evitar que se produzca otra fuga de mayor tamaño.
Además, en las próximas 24 horas se va a colocar un sistema de barreras fijas semisumergidas para aislar la mancha de petróleo y proteger así la enorme biodiversidad marina de la mayor superficie coralina del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad.
“La prioridad es evitar que este carburante llegue a la Gran Barrera de Coral y contenerlo”, declaró la jefa del Gobierno del estado de Queensland, Anna Bligh.
El buque chino Shen Neng 1, que transportaba el carbón desde Queensland a China, quedó varado la noche del sábado en un banco de arena a 70 kilómetros de la isla de Great Kepel.