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Cádiz

José Luis Torres Bustillo: "Han cerrado un 15% de los concesionarios de coche que había en la provincia de Cádiz"

Desde que estalló la crisis en 2008, la venta de coches ha caído a la mitad en la provincia, pero lo que más preocupa a las empresas es que inseguridad que se está creando en las carreteras por la escasa tasa de reposición

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  • José Luis Torres Bustillo, presidente de Acoauto

José Luis Torres lleva dos meses como presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la provincia de Cádiz, aunque con anterioridad había formado parte de su junta directiva. Entre sus objetivos figuran trabajar para mantener la unidad y la colaboración de las empresas de un sector que actualmente no pasa por un buen momento. Reconoce que el desempleo es el principal problema, pero advierte que todo sería más fácil con menos presión fiscal y con más facilidad al crédito.

—¿Cuál es la situación actual de los concesionarios en la provincia?
—Como ocurre con el resto de los sectores, nos encontramos en una situación muy complicada debido al poco dinamismo del consumo que hay en España en general, y en Cádiz en particular, que es una de las zonas más castigadas por el desempleo. Hay que tener en cuenta que venimos soportando una caída progresiva de las ventas desde el año 2008, hasta dejar el mercado por debajo del 50% del que disfrutábamos en 2007. Esta caída del consumo y esta tendencia a la bajada de las ventas nos ha obligado a reestructurar nuestros negocios para poder resistir hasta que vengan épocas mejores.

—¿En qué ha consistido esa reestructuración?
—Estamos analizando toda la cuenta de resultados para adaptarla a los ingresos que estimamos que vamos a tener. Esto supone reducir instalaciones, revisar los gastos de limpieza o cualquier otro desembolso que pueda ser prescindible. Lógicamente, también hemos tenido que llevar a cabo una drástica reducción de personal.

—¿Cuántos concesionarios han cerrado en la provincia desde 2008?
—Calculamos que han cerrado un 15% de los puntos de venta. Lo que sí ha habido es mucho cambio de manos, y agrupación de marcas en una misma instalación.

—¿Cuántos despidos se han producido en este sector?
—El número exacto no lo sabemos, pero las plantillas se han reducido en torno a un 25%.

—¿Qué previsión manejan para este año, porque según los expertos parece que a final de año comenzamos una mejoría que tardará en hacerse visible?
—La previsión que hacen los fabricantes, y es a la que nosotros nos tenemos que atener, es que va a ser un mercado muy similar al del año pasado. Un mercado que ronda las 700.000 unidades, cuando antes de que estallase la crisis había una cuota de 1.600.000 unidades. También es cierto que el mercado que hubo durante los primeros años de la década anterior tampoco era el natural, porque la economía estaba un poco inflada y la gente compraba por encima de lo que podía. Creemos que en España el punto idóneo debía estar en 1.200.000.

—¿Qué es lo que busca un comprador gaditano en estos momentos? ¿Han cambiado sus prioridades?
—Sí, han cambiado totalmente. El cliente está optando por una compra más racional, que cubra las necesidades y reúna las máximas calidades al mejor precio posible. Las compras de vehículos por imagen prácticamente han desaparecido.

—¿El monovolumen sigue siendo el coche estrella de las parejas jóvenes que deciden aumentar la familia?
—Esta tendencia no ha desaparecido. Todos los segmentos han sufrido la caída de las ventas, pero dentro de la compra racional que comentaba anteriormente, mucha gente sigue enfocando sus necesidades al monovolumen siempre que su precio sea razonable.

—¿Cuánto es lo máximo que está dispuesto a pagar un gaditano por un vehículo?
—Eso depende mucho del tipo de uso que le va a dar el cliente. No es lo mismo la persona que casi no utiliza el vehículo que el que lo tiene como un bien de primera necesidad que tiene que estar utilizando constantemente. Eso sí, hemos notado que la gente está dispuesta a gastar un precio máximo por cada segmento de vehículo. Por un utilitario antes los clientes podían llegar a los 18.000 euros y ahora de los 12.000 no quieren pasar. En general, creo que los gaditanos intentan gastar entre 3.000 y 5.000 euros menos que antes de que estallara la crisis.

—¿Los clientes renuncian a los ‘extras’ para abaratar el precio?
—Hay mucha disparidad en este sentido. Por lo general, los clientes están dispuestos a llegar a una cantidad, y cuantas más prestaciones dé el vehículo por ese precio, mejor. Sí es cierto que la mayoría prescinde de ciertos lujos superfluos como puede ser el techo solar, pero hay determinados accesorios que son irrenunciables como el dispositivo de bluetooth

—Es evidente que lo que se necesita es que descienda el paro para que el consumo se reactive, pero además de esta condición, ¿qué otras medidas hacen falta en vuestro sector para que pueda volver a arrancar?
—La mayoría somos pymes netamente locales, que nos basamos en la distribución y no en la fabricación. Esto quiere decir, que nuestras necesidades son las mismas que las de cualquier otra pyme que se dedica a la distribución. Principalmente, lo que necesitamos es facilidad de acceso al crédito y que se alivie la presión fiscal que soportamos.

—¿Cómo marcha el Plan Pive en la provincia?
—El Plan Pive realmente es una medida adoptada por el Gobierno para retirar del mercado vehículos obsoletos y renovar el parque automovilístico con el fin de evitar que vehículos ineficientes e inseguros anden circulando por las carreteras, y evidentemente eso nos ayuda porque somos los que vendemos los coches. Está funcionando bien, dentro de la situación que hay, igual que el anterior Plan Pive. Creo que es un acierto desde todos los puntos de vista.

—¿Se venden más vehículos de ocasión o segunda mano ahora?
—En proporción a la venta de nuevos, sí. Pero también es cierto que en términos absolutos tampoco se salva de la caída.

—¿Cómo ha subido la edad del parque automovilístico de Cádiz?
—En el año 2007, la edad media estaba en torno a los 7 u 8 años, y ahora es de 10. Al caer las ventas, el índice de reposición de vehículos nuevos sobre los usados es menor. La gente se queda con su coche antiguo hasta que ya no puede más y sólo aquél que puede adquirir uno nuevo, o necesita cambiarlo por motivos de trabajo, lo hace.

—¿Esta situación beneficiará a los talleres de reparación no?
—También es relativo. Debería ser así, pero el público está intentando dilatar los periodos de reparación del coche, salvo que sea un problema de urgencia. Esto redunda también en una ineficiencia de esos vehículos que están circulando y en que se acorta la vida del producto. Los talleres y concesionarios estamos haciendo un gran esfuerzo en este sentido para abaratar los costes de mantenimiento para que la gente pueda seguir teniendo el vehículo en condiciones óptimas de uso.

—Si esta situación se sigue alargando podemos tener problemas de seguridad en las carreteras que antes eran menos frecuentes?
—Por supuesto, y por eso el sector propuso el lanzamiento de un Plan Pive.

—¿Están teniendo salida los coches eléctricos o ecológicos en comparación con los habituales?
—El coche eléctrico es una solución razonable desde el punto de vista medioambiental y del consumo, pero siguen teniendo un precio elevado. Además, son vehículos cuya eficiencia de uso para un cliente de uso habitual está en entredicho por la falta de autonomía que tiene. Es verdad que sería una alternativa muy buena para cierto tipo de usuario que no sale a carretera, o que emplea el coche para trayectos cortos. Pero claro, la gente no se puede permitir tener un coche para recorridos largos y otro para ciudad. Este handicap se intentó solucionar con los vehículos híbridos que  tienen su nicho de mercado y se están vendiendo.

—¿Cuál será la tendencia de compra a corto-medio plazo?
—Los vehículos que más impulso tienen son los europeos, americanos, japoneses y coreanos. Creo que la tendencia seguirá siendo ésta. Casi todos ellos se fabrican en Europa y un porcentaje muy alto en España, porque ofrece unas garantías que la gente demanda.

—¿Desea añadir algo más a esta entrevista?
—Sí, recordar la gran profesionalidad de la red de concesionarios de la provincia de Cádiz, y todo el que haya tenido un coche a lo largo de su vida lo habrá podido comprobar de primera mano. Insistir en que estamos luchando por adaptarnos a estas nuevas circunstancias que nos impone el mercado y que vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para dar al cliente el mejor servicio.

 

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