Lo que cuenta son los goles

Que verdad es que en el fútbol uno se queda con el resultado -lo realmente importante- y muchas veces no con el juego (a excepción del Fútbol Club Barcelona, claro). Ayer la Unión Deportiva Los Barrios fue más efectivo que jugón pues en la primera parte, curiosamente tras su primer gol, estuvo casi a merced de un Amurrio que sí demostró la calidad por la que llegaba avalado pero que sin embargo se marchó del San Rafael con la eliminatoria muy cuesta arriba.

La Unión, eso sí, no puede ir confiada a Basarte pues allí le puede esperar una encerrona, especialmente si vuelve a flojear en los balones parados donde el Amurrio siempre se impuso. Es más, en uno de ellos pudo llegar el 1-2 en el minuto 39 pero Zumalakárregui, sin portero, mandó el esférico por encima del travesaño con todo a su favor.


El encuentro comenzó con los dos equipos lanzados aunque fue la Unión la que, con el calor de la grada (y de la temperatura) buscó marcar cuanto antes. Así, en el primer minuto Javi Henares encaró a Óskar pero falló en el mano a mano, aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego.

Y dos minutos más tarde llegó, primer gol. Javier Añón forzaba un penalti tras encarar a Goñi, que Yosu Ibarra no desaprovechó para hacer el 1-0.

El Amurrio no se vino abajo. Todo lo contrario. Comenzó a generar ocasiones de peligro una tras otra.
Sólo tres minutos después, en el 6, Alex disparaba sobre la portería defendida ayer por Melli, pero mandó el balón fuera.

En el minuto 11, el Amurrio envió de manera consecutiva dos centros muy peligrosos al área (de nuevo los balones aéreos) que fueron despejados por la defensa gualdiverde con bastantes apuros, dando síntomas de que por ahí estaban sus fisuras.

La Unión se veía un poco acorralada y necesitaba generar una ocasión de peligro para quitarse de encima a un Amurrio que se había hecho dueño del centro del campo.

Y fue Abel Luque, el héroe del encuentro ante el Manchego, el que rompió este dominio blanquiazul y un disparo suyo (12), se marchaba cruzado y fuera por muy poco.

Tres minutos después lo intentaba Dani Marcos desde la frontal, pero en esta ocasión el lanzamiento se marchó muy alto.

En el minuto 18, un centro muy peligroso de Añón lo despejó con muchos apuros la defensa visitante.
Pero aún así, el Amurrio daba más sensación de peligro en cada acercamiento al área y ya se barruntaba que el gol iba a llegar... Y llegó. En el minuto 26, un córner botado por la izquierda acabó con un barullo en el área barreña, en el que estuvo más listo Joseba Martínez. Metió el pié y consiguió el empate para el conjunto de Alfredo Fernández.

A partir de ese momento, se sucedieron las jugadas de peligro para ambos equipos. Los dos conjuntos realizaron un bonito intercambio de golpes que acabó, al final del primer tiempo, con ventaja para los gualdiverdes.