El equipo de Gobierno entregaba este lunes a la empresa pública Tragsa, perteneciente al Ministerio de Agricultura, el proyecto que ha de terminar la construcción de la piscina cubierta climatizada de Arcos. El proyecto en cuestión ha experimentado en una importante modificación a fin de hacerlo más viable desde el punto de vista económico, eliminando determinados aspectos y calidades que disparaban el presupuesto. Adaptado por tanto a las nuevas circunstancias económicas del Ayuntamiento, de cumplirse las previsiones las obras podrían comenzar antes del nuevo año.
Después de la paralización que sufrió el proyecto durante el anterior mandato, y ya con el nuevo equipo de Gobierno al frente de la gestión municipal, se ha trabajado en la dotación de gas natural para el abastecimiento de la piscina, de lo cual se ocupará una empresa local, como también es intención del Ayuntamiento que todas las empresas que se subcontraten para la ejecución de los trabajos sean locales, ayudando así a la creación de empleo entre la población. No obstante, que sea una empresa pública la que ejecute la obra evitará la apertura de un concurso público que hubiera dilatado presupuestos y plazos, según el alcalde, que recuerda que existe vigente un convenio entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Agricultura de cara a la materialización de este proyecto.
Según el alcalde, “sin tanto despilfarro”, la piscina cubierta será semejante a las que existen en otras ciudades de la provincia. La inversión final podría situarse en torno al millón de euros. Núñez espera que la experiencia y consolidación de la empresa Tragsa sean bazas para que el proyecto llegue a buen puerto sin mayores problemas y dentro de los plazos previstos.
