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Cádiz

La ausencia de Dívar marca la presencia del Tribunal Supremo en Cádiz

El presidente de la Sala Primera, Juan Antonio Xiol Ríos, ha subrayado --con ocasión de la celebración de una sesión de la Sala de Gobierno del mismo, dentro de los actos de conmemoración de su bicentenario-- que las situaciones "de crisis" a las que "episódicamente no se sustraen" sus órganos de go

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  • El magistrado Juan Antonio Xiol Ríos.

El presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo (TS), Juan Antonio Xiol Ríos, ha subrayado  -con ocasión de la celebración de una sesión de la Sala de Gobierno del mismo, dentro de los actos de conmemoración de su bicentenario- que las situaciones "de crisis" a las que "episódicamente no se sustraen" sus órganos de gobierno, no pueden traducirse "en la falta de confianza en nuestra función".

Durante un discurso pronunciado en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, en representación del Presidente de este Alto Tribunal, Xiol Ríos ha asegurado que los jueces y magistrados, "en una abrumadora mayoría" trabajan por cumplir la función que la Constitución les asigna "con honestidad, esfuerzo y austeridad". Según ha añadido, el "poder" del TS "no es político" y tampoco está basado "en la fuerza ni en la riqueza", sino "en la densidad ética y en la autoridad del Derecho como expresión de la racionalidad práctica construida con arreglo a la ley".

A su juicio, el Derecho debe asumir un papel "de integración social no ajeno a la realidad política", lo que "exige" a los jueces profundizar en el sentido democrático de su función, en el significado de su independencia y en su poder como instrumento al servicio de la sociedad "quedando mucho por hacer en esta materia". Pero, según Xiol Ríos, esa "autocrítica" no impide afirmar que "por los poderes y por la opinión pública se acepte la autoridad del Derecho, se preserve nuestra independencia y se respete nuestra función y la autonomía de nuestros órganos de gobierno".


Bicentenario de La Pepa y del Tribunal Supremo

Durante su discurso, titulado 'El Tribunal Supremo según la Constitución de 1812 (el mismo título del discurso pronunciado el día de su constitución en dicho año), Xiol Ríos ha recordado que el Supremo Tribunal de Justicia se instaló el 20 de junio de 1812, hace exactamente 200 años, en la Casa Recaño de Cádiz, también conocida como Torre Tavira, lugar que han visitado antes de la recepción oficial en el Ayuntamiento gaditano.

Antes de entrar en materia, ha dedicado un especial recuerdo a los magistrados de este Tribunal "asesinados por motivos terroristas" en el último cuarto del siglo XX. Tras ello, ha rememorado la creación del Tribunal Supremo, creado por la Constitución española de 1812, que este año celebra su bicentenario y cuyo "inconmensurable valor" ha destacado.

Así, ha explicado que 'La Pepa', el nombre con el que se conoce popularmente a la Constitución gaditana, promulgada hasta tres veces en España (1812, 1820 y 1836), evoca "la clandestinidad como remedio para mantener la libertad en situaciones convulsas adversas a la dignidad y los derechos de la persona". Además, ha puesto de manifiesto que la Constitución de Cádiz "inspiró" varias constituciones europeas, teniendo "un decisivo impacto" en los orígenes constitucionales y parlamentarios "de la mayor parte" de los estados americanos en el proceso hacia la independencia "y después de conseguida esta".

"La revolución liberal y burquesa en la Constitución de Cádiz transformaba el imperio colonial español en provincias de un nuevo estado, convertía en ciudadanos a los súbditos del absolutismo e incluía la definición de ciudadanos españoles no solo a los europeos, o sus descendientes de ultramar, sino también a las personas originarias de los territorios de América, lo que demostraba la sensibilidad universal de sus autores y sentaba las bases de su enorme trascendencia para las nacientes repúblicas iberoamericanas", ha añadido.

El presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo también ha destacado los rasgos "profundamente liberales" de la Carta Magna gaditana, aunque en algunos puntos existiese una "contradicción", como la oposición a que las mujeres participasen en las Cortes y en la vida pública, una "incoherencia social, política y jurídica, en contraste con el espíritu liberal que inspiraba la Constitución, que contribuyó a generar las condiciones para un movimiento asociativo femenino comprometido con la difusión de los valores constitucionales", que fue, según ha enfatizado, el "banderazo de salida" para la moderna lucha por la igualdad de los derechos de la mujer.

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