La empresa, que ya era difícil de por sí, se convirtió en un imposible. Aunque el equipo estaba “diseñado para la permanencia” es hora de mirar atrás y ver dónde se ha perdido la posibilidad de luchar por el ascenso a Segunda B en el año del Centenario y la respuesta es clara: en el Nuevo Mirador se han escapado nada menos que ¡33 puntos de 54 posibles! Con ese bagaje, el de ser el cuarto peor equipo local, es muy complicado aspirar a disputar esa fase que, dicho sea de paso -y ahí está el mérito- se escapa por segundo año consecutivo en la última fecha. Aún queda un partido, frente al Conil, pero ya no vale para nada.
Ayer, el cuadro rojiblanco buscaba la carambola que le diera opciones de llegar a la última jornada con las matemáticas de su lado. De hecho, Tobali arriesgó con una zaga de tres (Mena, Marcelino y Berlanga), con Nacho Fernández como carrilero zurdo y dos puntas, Alvi y Francis.
Pese a la apuesta, el juego, en muchas fases bonito y entretenido, no tuvo trascendencia en las áreas y tanto Mateo como Fran (luego entraría el barreño Terrén) sufriesen más de la cuenta.
Una ocasión precisamente de Francis (30’) o un tiro al palo del ex balono Jorge Herrero (44’) fue lo más destacable.
El panorama cambió al descanso. El Algeciras salto derrotado tras encajar con resignación el triunfo del Coria y los de casa jugaron casi a placer. Prueba de la endeblez albirroja fueron los de goles donde Óscar Silva y Capi remataron sin problemas.
