El Movimiento de Países No Alineados (MPNA) respalda a Irán, que ha acogido la 16 cumbre durante esta semana, en su intento de avanzar su proyecto nuclear pese a las sanciones económicas impuestas por Occidente, pero rehúsa hacer alusión a Siria.
En una extensa declaración final, los 120 países miembro del MPNA especifican sus posturas y conclusiones sobre los temas abordados, aunque aúnan sus llamamientos en siete temas clave en la denominada 'Declaración de Teherán', según recoge la agencia de noticias iraní Fars.
Así pues, condenan "la manipulación política de los Derechos Humanos", reconocen "la necesidad de un desarme nuclear", deploran el racismo y la islamofobia, "apoyan el derecho de Irán de realizar un uso pacífico de la energía nuclear", censuran las "sanciones unilaterales de Estados Unidos" y expresan su respaldo al pueblo palestino.
La delegación iraní ha trabajado hasta última hora para tratar de introducir en la declaración final un punto sobre Siria, pero una ingente mayoría del MPNA se ha negado. Según ha informado el diario estadounidense 'The New York Times', fuentes del Gobierno iraní han reconocido que, durante los últimos días de la cumbre, Irán ha tratado de editar el tema de Siria para evitar divergencias en el comunicado final.
Uno de los principales detonantes habría sido el duro discurso inicial pronunciado por el presidente de Egipto, Mohamed Mursi, contra el Gobierno de Bashar al Assad. Irán se ha mostrado contrariado por sus críticas palabras hacia Damasco, tal y como lo ha dejado entrever el exembajador iraní en Siria Hosein Sheijoleslam.
Citado por la agencia de noticias iraní Mehr, Sheijoleslam recrimina a Mursi su inmadurez política y la vulneración de todo principio diplomático al realizar dicha crítica en los primeros días de la cumbre. Esta misma agencia ha publicado después de la opinión del director del Consejo Supremo de los Derechos Humanos iraní, Mohamad Javad Larijani, que se muestra más tolerante.
En cuanto a Irán, la 'Declaración de Teherán' plasma su apoyo al programa nuclear iraní en un reconocimiento al dercho del Gobierno a un ciclo de combustible nuclear completo, fundamental para el enriquecimiento de uranio, el principal de los temores de la comunidad internacional por el riesgo a que Irán pudiera llegar a fabricar así una bomba atómica.
La cumbre fue inaugurada el domingo con las primeras reuniones a nivel de expertos, etapa que finalizó el lunes. Durante el martes y el miércoles se celebraron las reuniones de alto nivel entre ministros y viceministros de Exteriores, mientras que el jueves y el viernes han sido el turno de los encuentros entre presidentes y vicepresidentes.
De los 120 Estados que participan en la cumbre, 80 están representados por un ministro o un cargo superior y 50 han enviado a sus jefes de Gobierno. Actualmente, Egipto ejerce la Presidencia del Movimiento de Países No Alineados y se espera que pase el testigo a Irán en la cumbre de Teherán. La organización mundial, creada en Belgrado en 1961, cuenta con 118 países.
Venezuela acogerá la próxima cumbre del MPNA en 2015, al mismo tiempo que, este viernes, han aprobado la adhesión de Azerbaiyán y las islas Fiyi a la organización.
DISCURSO DE AHMADINEYAD
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha clausurado 16 cumbre del MPNA con un llamamiento a la paz y en contra del expansionismo occidental, según ha informado la cadena iraní HispanTV. Irán ha ensalzado el "histórico e influyente" documento final.
"Todos los miembros del MNA han destacado la necesidad de proteger la dignidad humana, los derechos humanos, los valores humanos y divinos, la justicia, la pureza y la amistad", ha señalado Ahmadineyad.
Ha exhortado a la comunidad internacional a que evite exacerbar conflictos y basar la resolución de los desafíos internacionales en el diálogo. La solidaridad, la cooperación y la fraternidad son los ejes fundamentales que vertebran el MPNA, ha valorado el presidente iraní.
Por último, Ahmadineyad ha agradecido la asistencia de los diversos mandatarios y altos cargos de los 120 países que han intervenido, además de la participación del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, no exenta de controversia por las críticas de Estados Unidos e Israel, a tenor de las crecientes tensiones por el programa nuclear iraní.
